Sinopsis
Circo Máximo es la historia de Trajano y su gobierno, guerras y traiciones, lealtades insobornables e historias de amor imposibles. Hay una vestal, un juicio, inocentes acusados, un abogado especial, mensajes cifrados, códigos secretos, batallas campales, fortalezas inexpugnables, asedios sin fin, dos aurigas rivales, el Anfiteatro, los gladiadores y tres carreras de cuadrigas. Hay también un caballo especial, diferente a todos, leyes antiguas olvidadas, sacrificios humanos, amargura y terror, pero también destellos de nobleza y esperanza, como la llama de Vesta, que mientras arde preserva a Roma. Sólo que hay noches en las que la llama del Templo de Vesta tiembla. La rueda de la Fortuna comienza entonces a girar. En esos momentos, todo puede pasar y hasta la vida del propio Trajano, aunque él no lo sepa, corre peligro.
Y, esto es lo mejor, ocurrió: hubo un complot para asesinar a Marco Ulpio Trajano.
-----
Las notas de los proyectos que el emperador Julio César desarrolló, sin poder completar y llevar a efecto, son rescatadas siglo y medio después de su asesinato. Sus escritos entran a formar parte de esta historia como un componente más de la trama, el que necesita Trajano para llevar a buen puerto sus ambiciones en el Danubio, en las calles de Roma y en los cambios que deberá afrontar el Imperio Romano en los siglos posteriores. Para conseguirlo deberá luchar en varios frentes y con diferentes armas: contra el rey Decébalo en el norte; con la corrupción de los senadores a lo largo y ancho de todo el imperio, muchos de ellos, viejos enemigos que sirvieron al terrible Domiciano; y con las intrigas protagonizadas por Plotina, su mujer, y Adriano. Sin hacerse esperar, se muestran los elementos clásicos de las novelas de Roma, los males de los que derivan las batallas, los asesinatos y cuantas conspiraciones uno pueda imaginar.
El primer escollo que se le presenta es la acusación a una joven sacerdotisa vestal, Menenia, de haber perdido la virginidad junto a su amigo de la infancia, Celer, un auriga del Circo Máximo. Ambos, por distintas razones, están en el punto de mira de sus muchos enemigos; unos, porque no consiguen hacer ganar a sus protegidos en las carreras de cuadrigas, otros, deseosos por cambiar el rumbo de Roma y el de sus bolsillos. El caso llegará a juicio y estarán defendidos por el abogado Plinio el Joven, quien, con la ayuda del emperador y de la antigua emperatriz Domicia, conseguirá que no salga a la luz nada más de lo necesario; una vez más, entre rumores, secretos y supersticiones, se pone en juego el futuro de Roma.
"—¿Y realmente vale de algo todo ese ruido que hace la plebe con sus cacerolas y sus trompetas?".
Uno de los logros que se viven con más intensidad es la construcción de un puente sólido sobre el Danubio a manos del arquitecto imperial, Apolodoro de Damasco, el mismo que realizó la ampliación durante el mandato de Domiciano del anfiteatro Flavio, más conocido como el Coliseo de Roma. Una obra de ingeniería que sorprende por las técnicas utilizadas que podemos disfrutar por medio de los dibujos que acompañan los textos. Los inconvenientes para llevar a cabo su proeza se unen a la variedad de aventuras que surgen en esta segunda entrega de la trilogía de Trajano.
En la Dacia, seguimos de cerca a Dochia, la hermana del rey Decébalo. Ella nos va guiando a través del momento histórico en el que de nuevo volverán a enfrentarse a las legiones romanas. Al igual que en Roma, también ellos protagonizan intrigas de poder y ambiciones territoriales. Su amistad con Longino, amigo íntimo de Trajano, atrae el interés del lector hasta un desenlace inesperado y lleno de valor que coincide con el punto de mayor acción de la novela y donde asistimos a un episodio marcado por las tradiciones de los pueblos: los sacrificios humanos frente a la devotio. Un escenario donde se desarrollan las dos guerras dacias con un gran despliegue de estrategias, luchas cuerpo a cuerpo, asedios y saqueos. Sorprenden en el relato, el sistema de comunicación con señales de fuego o los textos encriptados que usaba el emperador.
Además de la novela histórica, impresionante por los datos y lo amenos que se hacen, me quedo con las nuevas aventuras del gladiador Marcio, que, separado de su mujer y de su hija tendrá que combatir en la que será su pelea más importante; ellas, por su parte, habrán de enfrentarse a todos los que se interpongan en una huida suicida. Las carreras de Celer y el valor de Niger, uno de sus caballos, también forman parte del espectáculo que se nos brinda y cuyo relato es de lo más emocionante, casi visual.
El primer escollo que se le presenta es la acusación a una joven sacerdotisa vestal, Menenia, de haber perdido la virginidad junto a su amigo de la infancia, Celer, un auriga del Circo Máximo. Ambos, por distintas razones, están en el punto de mira de sus muchos enemigos; unos, porque no consiguen hacer ganar a sus protegidos en las carreras de cuadrigas, otros, deseosos por cambiar el rumbo de Roma y el de sus bolsillos. El caso llegará a juicio y estarán defendidos por el abogado Plinio el Joven, quien, con la ayuda del emperador y de la antigua emperatriz Domicia, conseguirá que no salga a la luz nada más de lo necesario; una vez más, entre rumores, secretos y supersticiones, se pone en juego el futuro de Roma.
"—¿Y realmente vale de algo todo ese ruido que hace la plebe con sus cacerolas y sus trompetas?".
Uno de los logros que se viven con más intensidad es la construcción de un puente sólido sobre el Danubio a manos del arquitecto imperial, Apolodoro de Damasco, el mismo que realizó la ampliación durante el mandato de Domiciano del anfiteatro Flavio, más conocido como el Coliseo de Roma. Una obra de ingeniería que sorprende por las técnicas utilizadas que podemos disfrutar por medio de los dibujos que acompañan los textos. Los inconvenientes para llevar a cabo su proeza se unen a la variedad de aventuras que surgen en esta segunda entrega de la trilogía de Trajano.
En la Dacia, seguimos de cerca a Dochia, la hermana del rey Decébalo. Ella nos va guiando a través del momento histórico en el que de nuevo volverán a enfrentarse a las legiones romanas. Al igual que en Roma, también ellos protagonizan intrigas de poder y ambiciones territoriales. Su amistad con Longino, amigo íntimo de Trajano, atrae el interés del lector hasta un desenlace inesperado y lleno de valor que coincide con el punto de mayor acción de la novela y donde asistimos a un episodio marcado por las tradiciones de los pueblos: los sacrificios humanos frente a la devotio. Un escenario donde se desarrollan las dos guerras dacias con un gran despliegue de estrategias, luchas cuerpo a cuerpo, asedios y saqueos. Sorprenden en el relato, el sistema de comunicación con señales de fuego o los textos encriptados que usaba el emperador.
Además de la novela histórica, impresionante por los datos y lo amenos que se hacen, me quedo con las nuevas aventuras del gladiador Marcio, que, separado de su mujer y de su hija tendrá que combatir en la que será su pelea más importante; ellas, por su parte, habrán de enfrentarse a todos los que se interpongan en una huida suicida. Las carreras de Celer y el valor de Niger, uno de sus caballos, también forman parte del espectáculo que se nos brinda y cuyo relato es de lo más emocionante, casi visual.
Son de agradecer, a lo largo de la novela y en los apéndices finales, los dibujos con las posiciones de las carreras de cuadrigas, la disposición del campo de batalla, la terminología o los mapas del Imperio romano y de la Dacia, así como planos de la ciudad de Roma y sus elementos arquitectónicos representativos de la época.
Si al terminar de leer "Los asesinos del emperador" no dudé en seguir disfrutando de la trilogía, no menos me sucede ahora sabiendo que me espera la campaña de Partia y los últimos años de Trajano en el poder; no tardaré en conocer el desenlace en "La legión perdida".
-----
No he leído nada del autor todavía... debo de ser de las pocas pero no me atrae nada... Muchos besos.
ResponderEliminarHola:
ResponderEliminarMe ocurre lo mismo que a Goizeder, que no he leído nada aún de este autor. La novela históricas me atrajo durante un tiempo pero llevo unos años retirado de ellas; quizás Posteguillo y Trajano (me gusta de siempre la figura de este emperador de origen hispano) sean buen acicate para reencontrarme con el género.
Un fuerte abrazo
Mi marido sí ha leído libros de Posteguillo y le han gustado mucho pero yo por el momento no me he estrenado con él. Quizás en el futuro.
ResponderEliminarBesos.
He leído los dos últimos en este mes de mayo y es impresionante esta trilogía. Una reseña impecable con la que estoy totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarBesotes!!!