martes, 4 de agosto de 2020

La ordenada vida del doctor Alarcón - Tadea Lizarbe (2018)

La ordenada vida del doctor Alarcón - Tadea Lizarbe (2018)
Sinopsis

El doctor Alarcón es un médico de atención primaria de gran intelecto que, a pesar de sus altas capacidades, tiene problemas para relacionarse aunque tampoco cree necesitarlo. Su vida está meticulosamente planificada, una vida en la que lo inesperado y las amistades no tienen cabida.

Pero algo empieza a trastocar ese orden... a su alrededor, la gente está muriendo en extrañas circunstancias y, a pesar de su fidelidad con la racionalidad, se verá arrastrado no solo por el lado siniestro y demente de la situación, sino también por la necesidad de entablar relaciones; en su círculo social todos son sospechosos, el número de posibles homicidas aumenta y, para poder investigarlo, está obligado a socializarse. Los extraños sucesos y la llegada de una nueva enfermera a su puesto de trabajo revolverán su bien planificada vida.


-----
"Pensamiento intruso: dícese de aquel pensamiento disruptivo y de origen inconsciente que en ocasiones invade nuestro consciente".

Un concepto que es necesario tener en cuenta, pues a lo largo de la novela nos daremos de bruces con él, con ese pensamiento involuntario que le harán plantearse diversas cuestiones al doctor Manuel Alarcón, impulsos que creerá no poder controlar y para los que no encontrará explicación. Para él, que basa su vida en un completo orden, donde el tiempo es oro y que presume de tener una memoria prodigiosa, supondrá un nuevo reto. Pero no será el único, Natalia, su nueva enfermera, le romperá todos los esquemas al  hacerle experimentar nuevas sensaciones; incluso las de índole sexual, complementarias al relato y que forman parte de la trama.

Los personajes van entrando en escena por medio de la consulta de atención primaria de la que es titular el doctor Alarcón, un médico de cabecera siempre dispuesto y que se las sabe todas, sobre todo, cuando el supuesto enfermo esconde una mentira, situaciones que maneja con mucha profesionalidad recetando placebos. La buena intención de sus diagnósticos consiguen sacarnos una sonrisa con cada uno de los casos que atiende; aunque entre ellos también los hay que le preocupan, pacientes con los que la empatía se hace necesaria pero, a veces, resulta insuficiente.

Así iniciamos la lista de sospechosos, aunque todavía no sabemos de qué Tadea nos abre el apetito dándonos a conocer a una serie de personajes, pacientes en su mayoría, que podrían tener más de un motivo para lo que está por llegar. Estos, toman el control de la narración y analizan al doctor Alarcón desde su propia experiencia. Notas, que en su conjunto nos dan la posibilidad de completar el perfil del protagonista y meternos de lleno en su piel y en su forma de pensar; en esos pensamientos que no reconoce como suyos, como si otra voz se impusiera a la suya.

Cuando uno de sus pacientes muere, se abre una investigación en la que el doctor pasa a formar parte de los variados sospechosos que hemos ido conociendo y algún otro que también, por qué no, podría tener motivos más que suficientes para desear su muerte; una coletilla, "se merece morir", que cada uno de ellos ha dicho en voz alta en alguna ocasión. Pero no será el único, otras muertes podrían estar relacionadas.

La intriga no deja de crecer y ha llegado el momento de que nos centremos en la posibilidad de que el doctor Manuel Alarcón sea el culpable, una situación que no encaja pero para la que no tenemos ninguna coartada válida. Él, por su parte, cree en la posibilidad de ser el autor de los hechos, al sufrir unos episodios de amnesia que coinciden con los horarios de las muertes. El círculo se estrecha al mismo tiempo que asistimos a un giro en la novela: un diagnóstico de doble personalidad será la vuelta de tuerca que nos permitirá relajarnos con una buena dosis de humor.

"Soy consciente de que no puedo alterarme así cada vez que me encuentre con un idiota, o moriré la próxima semana".

Muchos personajes con papeletas de ser asesinados, gente que estaríamos de acuerdo en eliminar, y por otro lado, bastantes sospechosos de poder cometer un crimen y con los que te identificas. Ahora quien empatiza es el lector, que vive en primera persona la angustiosa parte final en la que el doctor Alarcón se encuentra a sí mismo a través de una lucha interna con su otro yo; una parte de él que a veces actúa como la voz de su conciencia y otras para tocarle las narices y hacerle ser quien no es, o quizá, obligándole a mostrar a alguien mucho más valiente, decidido y sin tanto control.

Una novela refrescante, con un guion que perfectamente podría llegar a la gran pantalla, las risas y el suspense están asegurados; una autora a tener presente.

1 comentario :

  1. No conocía ni la novela ni a la autora pero parece una novela entretenida así que me la anoto.

    Besotes

    ResponderEliminar

prekes sodui