Sinopsis
Mezcla de narcoliteratura, novela de campus y autoficción, Yo no he muerto en México cuenta la historia de Alejandro Ramírez, un joven profesor español de literatura que, cansado de la España de principios del siglo XXI, decide abandonar lo que entonces parecía el Estado del bienestar para conocer el del malestar, y consigue trabajo en una elitista universidad mexicana situada en Cholula, la ciudad viva más antigua de América, considerada una Jerusalén del mundo prehispánico. Allí, además de muchos personajes insólitos que le muestran nuevas vertientes de la relación entre la literatura y la vida, conoce el abismo social entre la extrema y corrupta riqueza de algunos y la pobreza inevitable en la violencia dominante del país.
Yo no he muerto en México no es una novela basada en hechos reales, pero sí en hechos posibles y sobre todo probables.
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Esta es una de esas novelas que algunos lectores decimos que sirven para desengrasar. Para mí, que ya conocéis mi gusto por lo histórico, donde disfruto de una buena aventura, o por cualquier género que incluya una investigación, llamémoslo thriller, me ha servido para pasar unas horas divertidas siguiendo las andanzas de Alejandro, un español que harto de lo que se cuece en la España de inicios del siglo XXI se va a una universidad elitista de México para dar clases de literatura.
Me ha sido muy fácil empatizar con el personaje de Alejandro y sentir que era yo el que explotaba contra un sistema, el español, que poco le queda del atractivo con el que crecí, de esa necesidad que tenemos todos de dejar salir lo que llevamos dentro e incluso de soltar el lastre de nuestra mochila. Y es que, si algo tiene esta novela es el poder de identificarte con algunas situaciones o la cantidad de preguntas o reflexiones que llegas a hacerte en cada episodio.
Y siempre acompañado de una narrativa que te empuja hacia delante, donde autor y personaje se funden para sacarle punta a un lápiz y dibujarnos la crónica de un país del que todo el mundo tiene una imagen equivocada, o no, y que esconde todos los ingredientes del thriller o el drama que nos han vendido en el cine o la literatura. Y en estos textos no podía ser menos, pues aquí se hace mención a la convivencia que mantienen la corrupción con el capitalismo y la extrema pobreza.
Un país donde cada cual sobrevive como puede y donde algo de ti ha de morir sin remedio, una sensación que el protagonista, al igual que los personajes que le acompañan, tienen a lo largo de esta aventura que tiene mucho de la experiencia que vivió Jack Kerouac en su viaje por Estados Unidos y México.
Es asimismo un viaje a distancia a la España de pandereta que ha dejado atrás Alejandro, de donde no ha dejado de seguir las noticias antes de acostarse para después debatir con el que quiera oírle o enfrentarse a aquellos que se posicionan al lado de un españolismo mal entendido a cuenta de los atentados del 11M en Madrid. Unos episodios que sirven también para dar un repaso a nuestra cultura o al modo de entender, o desentendernos, de la política.
Pero la novela además de todo esto tiene una trama donde los personajes que orbitan alrededor de Alejandro participan de un universo al que se han tenido que adaptar o que directamente han contribuido a crear, tomando cada uno un camino diferente al final de la misma.
No penséis que os vais a encontrar con una experiencia sesuda y difícil de digerir, todo lo contrario; solo se necesita ser de mente abierta y estar dispuestos a disfrutar de un relato en el que yo al menos he encontrado mucho sentido del humor a través del sarcasmo o la ironía.
Una novela, como decía al principio, para desconectar con algo diferente e inesperado, que sin duda os sacará más de una sonrisa.
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Pese a tus buenas impresiones, no me termina de llamar. Pero gracias por la estupenda reseña.
ResponderEliminarBesotes!!!