Sinopsis
Varias cuentas de correo electrónico, tu perfil en Facebook, páginas de Twitter e Instagram, tus fotos en Flickr… ¿Y si alguien fuera capaz de recopilar toda la información que vas volcando en la red? ¿Y si ese alguien estuviera dispuesto a utilizarla para colarse en tu casa y convertirte en una víctima más de su locura… o incluso a hacer de ti el culpable perfecto?
Cuando su primo Arthur es acusado de matar a una mujer, Lincoln Rhyme decide que ni el más inútil de los asesinos dejaría tantos rastros. Ayudado por la detective Amelia Sachs, el criminalista tetrapléjico se dispone a jugar una mortal partida de ajedrez contra un rival invisible, que además puede anticipar cada uno de sus movimientos.
En la octava novela de su más popular personaje, Jeffery Deaver aborda el mundo de pesadilla al que puede conducirnos Internet. Tras leer La ventana rota nos lo pensaremos dos veces antes de volver a encender el ordenador.
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Los que me seguís habitualmente, ya sabéis lo enganchado que estoy con este escritor y en especial con esta serie. Sus thriller no dan un sólo respiro a quien los lee, pues a cada dato obtenido en su investigación siempre aparece un hilo del que tirar, algún pequeño detalle que el criminólogo Lincoln Rhyme sabe encontrar entre centenares de objetos. Lejos de marcar perfiles psicológicos de los asesinos le gusta centrarse en la historia que le van narrando las pisadas, los elementos, las cosas que están fuera de lugar, o incluso como en este caso, aquellas que aparecen a la vista de todos.
Otro asesino en serie al que enfrentarse y en el que se verá implicado un familiar suyo; disculpa perfecta para contarnos algo más de su pasado, tiempos en los que no dependía de los artilugios mecánicos a los ahora está amarrado, y conocer que le llevó a trabajar en investigación criminal.
Os diré por encima, que el tema del que trata esta novela va más allá de una fascinante persecución en la que el asesino va un paso por delante; a lo largo de sus capítulos va dejando preguntas en el aire y una buena dosis de inquietud para aquellos que mantenemos una conexión permanente con las redes sociales. ¿Estamos seguros de nuestra privacidad? Nunca os habéis fijado que al rato de haber realizado una búsqueda en Internet, encontramos publicidad de lo mismo en otras webs sin haberla solicitado; a mí al menos me pasa con los libros, busco una sinopsis y cuando vuelvo a las redes me la ofrecen o me llega un correo electrónico con lo más vendido: ¡y ahí esta!
Metadatos, minería de datos o inteligencia artificial, son conceptos informáticos muy presentes para muchas empresas que trabajan con información, y podéis imaginaros la cantidad de posibilidades a las que estamos expuestos. Ya lo dijo George Orwell en su obra "1984": "El gran hermano te vigila"; pero ahora la tarea es más sencilla gracias al uso de Internet y de una maravillosa cantidad de datos que aportamos de manera gratuita a través de comentarios, correos electrónicos, altas en portales de búsqueda de empleo con nuestro currículum, participación en concursos y sorteos, encuestas...
"La mayoría de las violaciones de la intimidad vienen dadas no por la revelación de grandes secretos profesionales, sino por la publicación de numerosos datos de escasa relevancia".
Para el asesino no somos personas, tan sólo dieciséis dígitos que nos identifican universalmente: datos que apuntan a otros datos para llevarnos a más información; programas informáticos capaces de deducir nuestras necesidades en el momento justo y, lo más importante, ofrecernos una compra.
Inquietante, ¿verdad?
Desconfiad de una "ventana rota" en vuestra casa, porque se os puede escapar información, alguien desde otra "ventana abierta" puede estar realizando tareas de vigilancia o usurpación de identidad. Las empresas de servicios que ofrecen información se alimentan de nuestros datos.
"No dispongo de información suficiente. ¿Cómo voy a extraer conclusiones si no tengo los datos?"
Llegados a este punto sólo puedo recomendaros esta novela, que como siempre os mantendrá pegados al sillón y que se puede leer de manera independiente. Pero recordar, bajar las persianas.
Otro asesino en serie al que enfrentarse y en el que se verá implicado un familiar suyo; disculpa perfecta para contarnos algo más de su pasado, tiempos en los que no dependía de los artilugios mecánicos a los ahora está amarrado, y conocer que le llevó a trabajar en investigación criminal.
Os diré por encima, que el tema del que trata esta novela va más allá de una fascinante persecución en la que el asesino va un paso por delante; a lo largo de sus capítulos va dejando preguntas en el aire y una buena dosis de inquietud para aquellos que mantenemos una conexión permanente con las redes sociales. ¿Estamos seguros de nuestra privacidad? Nunca os habéis fijado que al rato de haber realizado una búsqueda en Internet, encontramos publicidad de lo mismo en otras webs sin haberla solicitado; a mí al menos me pasa con los libros, busco una sinopsis y cuando vuelvo a las redes me la ofrecen o me llega un correo electrónico con lo más vendido: ¡y ahí esta!
Metadatos, minería de datos o inteligencia artificial, son conceptos informáticos muy presentes para muchas empresas que trabajan con información, y podéis imaginaros la cantidad de posibilidades a las que estamos expuestos. Ya lo dijo George Orwell en su obra "1984": "El gran hermano te vigila"; pero ahora la tarea es más sencilla gracias al uso de Internet y de una maravillosa cantidad de datos que aportamos de manera gratuita a través de comentarios, correos electrónicos, altas en portales de búsqueda de empleo con nuestro currículum, participación en concursos y sorteos, encuestas...
"La mayoría de las violaciones de la intimidad vienen dadas no por la revelación de grandes secretos profesionales, sino por la publicación de numerosos datos de escasa relevancia".
Para el asesino no somos personas, tan sólo dieciséis dígitos que nos identifican universalmente: datos que apuntan a otros datos para llevarnos a más información; programas informáticos capaces de deducir nuestras necesidades en el momento justo y, lo más importante, ofrecernos una compra.
Inquietante, ¿verdad?
Desconfiad de una "ventana rota" en vuestra casa, porque se os puede escapar información, alguien desde otra "ventana abierta" puede estar realizando tareas de vigilancia o usurpación de identidad. Las empresas de servicios que ofrecen información se alimentan de nuestros datos.
"No dispongo de información suficiente. ¿Cómo voy a extraer conclusiones si no tengo los datos?"
Llegados a este punto sólo puedo recomendaros esta novela, que como siempre os mantendrá pegados al sillón y que se puede leer de manera independiente. Pero recordar, bajar las persianas.
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No he leído nada de este autor pero de verdad que con esta reseña me has dejado interesadísima, y como se puede leer bien de forma independiente lo añado a la lista, me encanta cuando un libro te deja pegado al sillón. Besotes.
ResponderEliminarEs de los pocos autores que empiezo a leer al poco de tener su novela, no puedo esperar mucho tiempo,
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Yo tampoco he leído nada de él, pero en este caso me llama su argumento. Tal y como lo pones me lo apunto seguro ;-).
ResponderEliminarUn beso.
Te recomiendo cualquier novela del criminólogo Lincoln Rhyme, todas tienen unas tramas perfectas,
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No he leído aún nada suyo, pero voy a tener que hacerlo, que lo pones de una manera...
ResponderEliminarBesotes!!!
Yo siempre tentando, que quiero que disfrutéis tanto como yo,
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Jo qué pintaza !!! Además, no he leído nada del autor pero me has dejado con unas ganas que voy a tener que buscarlo ya !!
ResponderEliminarBesos.
Disfrútalo y nos cuentas tus impresiones, a ver si te atrapa tanto como a mí,
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No leo mucha novela de intriga, últimamente nada de nada, pero esta tiene buena pinta. Esa ventana de Internet pone los pelos de punta.
ResponderEliminarLa verdad es que da mucho que pensar, puede que nuestros hábitos cambien después de leer esta novela,
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Sé lo mucho que te gusta este autor, la reseña me encanta, así que si tengo oportunidad no dudaré en leerlo!
ResponderEliminarBesucos
Tú que pasas tanto tiempo en las redes deberías leerlo, como historia novelada se aprende mejor que si yo te lo cuento; ¡apaga el ordenador!,
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Me encanta el género, y de este autor he leído un par de novelas muy entretenidas, aunque hace bastante tiempo. Este título parece interesante y con un tema muy actual. A la lista de cabeza. Un beso
ResponderEliminarSi te gustaron las anteriores no dudo de que ésta también te enganche,
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A mi también me gusta mucho esta serie, he pasado de puntillas reseñas porque espero que sea una de mis próximas lecturas :)
ResponderEliminarBesos!
Pues estaré atento para conocer tus impresiones,
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Me has convencido, voy a echarle un ojo
ResponderEliminarBesos
Échale los dos ojos para leer mejor y no te olvides de cerrar la ventana,
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Es un autor del que no he leído nada pero con tu reseña me has dejado con muchas ganas, si se puede leer independiente no me importaría empezar por este aunque sea más de seguir las series en orden
ResponderEliminarBesos
Puedes empezar por esta novela perfectamente y si te gusta leer otras de la serie, en España no están todas traducidas pero me imagino que las irán incluyendo en el catálogo,
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No parece que se esté hablando de ficción: ¡cuánto dependemos de las nuevas tecnologías! No conocía la serie de la que hablas, la verdad, y mira que este tipo de novelas me suele gustar. Un saludo.
ResponderEliminarEs lo que hace la novela más interesante, por un lado la investigación y por otro los peligros del mundo tecnológico; seguro que te gustarán todas las de las serie,
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A pesar de tu afición al autor no lo conocía pero, si la sinopsis atrae, tu reseña confirma que es una apuesta segura.
ResponderEliminarGracias, así lo he intentado transmitir sin develar grandes cosas,
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