Madrid 1605 - Eloy M. Cebrián y Francisco Mendoza (2012)

Sinopsis

Erasmo -un excéntrico profesor jubilado, entusiasta de la literatura de los Siglos de Oro- convence a su ex alumna Pilar para que emprendan una aventura en apariencia desquiciada: encontrar el manuscrito del Quijote cervantino. Para ello habrán de seguir un relato donde se narran las vicisitudes de un tal Miguel de Cervantes, el robo de su novela sobre un hidalgo de La Mancha y la intervención en el asunto de otro escritor llamado Lope de Vega.

Pero lo que parecía ser una apacible indagación entre bibliotecas y bibliófilos pronto se convertirá en una peligrosa aventura de final imprevisible. Alguien más se halla sobre la pista del manuscrito, y parece dispuesto a todo para conseguirlo.

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La picaresca, ese noble arte tan nuestro, marca el inicio de la aventura que el viejo profesor y bibliófilo en sus ratos libres, Erasmo López de Mendoza, protagonizará por las calles de un Madrid que ya no reconoce pero que al mismo tiempo le divierte. Por su condición de jubilado y de amante de las librerías de viejo, conoce cada rincón interesante que habita en cada una de ellas, y si como un juego de niños se tratase dedica alguna de sus escapadas a hacerle alguna trastada  a su librero favorito Juan Maestre.

La presentación, por parte de los autores de esta novela escrita a cuatro manos, no puede ser más acertada y divertida. El ambiente recreado en la descripción de las calles y personas que rodean la Puerta del Sol, y los diálogos que mantiene con un dependiente novato, saben sacar la sonrisa y acercarnos a Erasmo, sabiendo que todavía nos queda un largo camino que recorrer cuando descubre una caja con manuscritos del siglo XVI, que después de un sutil engaño compra. 

Su intuición tiene mayor éxito del esperado y ante sí se encuentra con el manuscrito de un tal Gonzalo de Córdoba quien dice haber coincidido con Cervantes cuando éste escribió aquella obra sobre un hidalgo que se convertiría en el más conocido caballero andante de la historia. Sin embargo la escritura es complicada y para leerla va a necesitar ayuda de un experto. Pilar que aparte de una excelente preparación es una persona de confianza y por la que el viejo catedrático siente algo más que un cariño especial, será la encargada de poner voz a las letras.

A partir de este punto, los capítulos se alternan entre el trabajo de transcripción y los de la narración del relato encontrado. Dos aventuras diferentes unidas por la similitud del compañerismo, un paralelismo a Don Quijote y Sancho Panza; al hidalgo y a su escudero.

La sorpresa se hace mayor cuando de sus primeras páginas se desprende que al final se encontrará un tesoro aún más grande: el manuscrito original del "Ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha". De valor incalculable y por el que muchos bibliófilos pagarían una fortuna.

La historia de Gonzalo de Córdoba cuyas circunstancias personales, o más bien las de su padre, le hicieron convertirse en aprendiz a las ordenes del librero Francisco de Robles. Librería por donde vería pasar a lo más granado de la ciudad y en sus estanterías y almacén se encontraría con lo más suculento que todo amante a los libros pudiese imaginar. Suerte ésta que le llevó a conocer a Miguel de Cervantes y a vivir según su relato, uno de los momentos más apasionantes tanto de la literatura del Siglo de Oro como de la historia universal.

Ficción al fin y al cabo, que también podríamos aceptar como real, dado que los episodios que se nos narran bien pudieran haber sucedido, como los de un cliente habitual de nombre Lope de Vega, escritor predilecto de las representaciones en los corrales de comedias, y las viejas rencillas que serán el motor de las desventuras de nuestros amigos Gonzalo y Miguel, como hidalgo y escudero, y que bien pudieran tomarse éstas como preámbulo de la obra de Cervantes.

Los recuerdos que Gonzalo tiene de las primeras impresiones de la Villa y Corte nos ayudan a conocer más una ciudad famosa por sus ruidos y sus olores, de animales y de personas que se apretujaban cada vez más en un Madrid que no estaba preparado para albergar a tanta gente y que por culpa de la clase política y militar la llenaban en busca de un jornal o de pendencias; hasta que Felipe III consiguió despoblarla cuando trasladó la Corte a Valladolid, consiguiendo que muchos de sus artesanos viajaran ante la llamada de nuevas construcciones y negocios.

Las dos tramas marchan paralelas y beben de las mismas circunstancias, el robo de manuscritos o las persecuciones en las que se ven implicados, libreros, traperos o cazadores de libros. Ambas hablan de la época en la que se desarrollan, y si en el pasado existían las rencillas entre Cervantes y Lope, ahora se nos habla de Arturo Pérez-Reverte y de su gran novela "El club Dumas"; si en una se habla de la Desamortización de Mendizabal, en el presente hay momento para hablar del patrimonio cultural, de las nuevas bibliotecas automatizadas o de las subastas.

En estos días pasados, al hilo de la lectura conjunta "leemos el Quijote", nos hacíamos eco de las erratas que veíamos en algunas ediciones y no nos poníamos de acuerdo en si éstas eran posteriores y modernas o si ya habían aparecido desde sus orígenes. Los autores de esta novela nos dan las pistas, en boca de Gonzalo, de lo que realmente pudo suceder y sirve también de guía para quienes estén leyendo o la vayan a leer en un futuro.

Un género histórico con grandes dosis de intriga, al que debería acercarse todo amigo de la literatura y especialmente aquellos que les gusta la obra de Don Quijote. Dos tipos de escritura, según el momento de la narración, que hacen más rica la lengua de Cervantes.

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