A la muerte de Alfonso Pérez de Guzmán su hijo descubre que, además de apartarle de su herencia, su padre había recopilado durante años los datos de su biografía con la ayuda de su secretario, Zag benYuçaf Barchilón, un esclavo al que salvó de una muerte segura y de la esclavitud. Valiéndose de sus escritos encarga un relato plagado de falsedades.
Encerrado en un monasterio de Sevilla la Vieja, el hebreo reconstruye de memoria las aventuras de un hombre rico que se rodeaba de mercenarios cristianos y hacía la guerra allá donde se le antojaba. He aquí las verdaderas hazañas del conocido por el sobrenombre de "el Bueno"; algunas las padeció junto a él, otras se las contó.
Opinión:
Tras un prólogo, donde se nos da cuenta del motivo de esta biografía, nos introducimos de lleno en la novela para descubrir al personaje, tanto al que nos dejó la historia como al que el secretario hebreo de Alfonso Pérez de Guzmán nos dibuja a partir de sus recuerdos, de los vividos con él y de los relatos que le fue haciendo de sus aventuras, las gentes importantes que conoció y los acontecimientos históricos de relevancia en los que participó.
El punto de partida de este relato se sitúa en el invierno del año 1270, cuando, a la muerte de su padre, sale de Sevilla hacia Marruecos, donde definitivamente se convertirá en mercenario. Antes, conoceremos datos de su procedencia bastarda y de la antipatía que le guardarán sus hermanastros durante años, una rivalidad que les llevará a enfrentarse a lo largo de esta historia. En el Magreb entra al servicio del sultán Abu Yusuf, hasta que este entra en guerra con Castilla; contra quienes Guzmán había jurado a su padre no luchar, así como acudir en defensa de su rey.
A lo largo de la novela son frecuentes los conflictos entre los castellanos; hay que tener en cuenta que Castilla abarcaba un territorio de norte a sur y que Sevilla y Cádiz formaban parte del reino, por lo que no es de extrañar que se encadenasen los altercados o las batallas con enemigos de dentro y de fuera. Uno de los ejes de esta trama histórica, junto a la biografía de Guzmán el Bueno, es el nombramiento de Sancho como rey cuando le correspondía a su hermano el infante don Juan.
El personaje de Alfonso Pérez de Guzmán se nos dibuja como un guerrero de leyenda que ha sabido hacer fortuna guerreando y que ha adquirido costumbres moriscas de su paso por Marruecos, lo que le supone el rechazo de los cristianos, salvo cuando pone su espada a su servicio. El liderazgo que mantiene sobre otros mercenarios o su poder de negociación le convierten en clave para los distintos bandos, siendo el único capaz de concebir una estrategia de futuro.
El relato, como ya es costumbre en todo el periodo de enfrentamientos entre cristianos y musulmanes, muestra una parte de las luchas internas que tanto unos como otros mantenían en diferentes puntos de la península; enemigos hoy y aliados mañana. Un conjunto de despropósitos muy interesante que nos lleva al punto álgido de la novela: la batalla por Tarifa, donde se ganó el sobrenombre.
El personaje de Zag benYuçaf Barchilón es un cronista perfecto para la narración, pues al hilo de las venturas de Guzmán el Bueno, relata con todo el sentido del humor que las situaciones le dejan las desventuras que el mismo padeció, sobre todo a manos de la mujer de su amo, Doña María Coronel, una mujer de armas tomar que les hacía la vida imposible a los dos. La manera sencilla y cercana de su relato hace que se acuda a la parte histórica con la impresión de que se nos van a contar las cosas tal y como sucedieron y no como otros quisieron.
El trabajo de documentación del autor encadena los acontecimientos de la época, finales del siglo XIII y principios del XIV, en una trama de ficción histórica impulsada por unos personajes que llenan estas páginas de intrigas y de momentos épicos.
Pues creo que me gustaría, pero con tanto pendiente ya, no sé si llegaré a hacerle hueco.
ResponderEliminarBesotes!!!