Sinopsis
La Barcelona medieval abriga entre sus murallas dos historias, ambas marcadas por el amor y la ambición: la de un joven campesino que logra cambiar su destino con la única esperanza de prosperar, conseguir la ciudadanía y hacerse así merecedor del amor de una joven de alcurnia, y los amores adúlteros del conde de Barcelona, que sumen a la ciudad en un peligroso conflicto político.
Te daré la tierra une con maestría, ficción e historia para mostrar el fresco vívido de una ciudad en la que los pactos, el linaje, las intrigas palaciegas, la ambición comercial y la convivencia entre diferentes religiones se tiñen con las emociones más intensas: pasión, amistad, envidia, honor y venganza. Una novela apasionante y ambiciosa que sumerge al lector en la época en que comienza la forja de una ciudad.
-----
Nos trasladamos en el tiempo hasta la segunda mitad del siglo XI para vivir y sentir como lo hacían durante la edad media en el condado de Barcelona, una ciudad que apenas comenzaba a construirse y que contaba con no más de dos mil quinientos habitantes, según nota del autor; cuesta imaginarlo. Sobre todo cuando somos partícipes del constante comercio que proporcionaba el mar, la actividad de sus muelles o las incesantes caravanas que recorrían la península con productos llegados desde múltiples destinos del Mediterráneo.
Un listado con los protagonistas y demás personajes que intervienen en la trama, así como un árbol genealógico de la casa Condal de Barcelona son un elemento de gran ayuda para situarnos en cualquier momento de la narración; la extensión de la novela, los años que transcurren en ella y el contenido histórico de la misma hacen su uso imprescindible.
El personaje de Martí Barbany es el eje central de la novela, hijo de un soldado de fortuna que combatió en nombre de los condes de Barcelona. Una aventura que da comienzo cuando a su mayoría de edad acude a la llamada del padre Eudald Llobet, camarada y compañero de armas de su padre, quien le hace entrega de un manuscrito donde conocerá las causas de haber crecido privado de su compañía y de la existencia de un testamento depositado en manos del judío Baruj Benvenist, cambista de Barcelona y administrador de las tierras y el botín de guerra que le convierten en un hombre rico.
La fortuna de Martí le permite soñar con alcanzar algún día el privilegio de ser considerado un ciudadano de hecho de Barcelona, ambición por la que luchará de manera incansable desde que conoce en el mercado de esclavos a Laia, la hijastra del intendente de abastos Bernat Montcusí quien le dará licencia para iniciar su actividad comercial pero no para cortejarla. Una relación que le mostrará las dos caras de la moneda y con la que se nos permite conocer muchas de las actividades de Barcelona y sus alrededores así como de la importación de productos a través de los mares.
De manera paralela a esta historia nos adentramos en la parte más histórica de la novela para asistir al enfrentamiento que mantienen Ermesenda de Carcasona, señora de Gerona, y su nieto Ramón Berenguer I, empeñado en repudiar a su segunda esposa y a punto de secuestrar a Almodis de la Marca, condesa de Tolosa; una unión por la que pedirá la excomunión al papa y mantendrá un largo conflicto donde se ponen en juego las fronteras del territorio.
Las distintas tramas de la novela tienen en común la intriga, un ingrediente que Chufo Lloréns sabe manejar, alternando las historias y dejándolas en suspense; con personajes, como Aixa o Ruth, por los que el lector sentirá predilección, y otros, como Delfín, el bufón consejero de Almodis, cuyas puestas en escena son el aviso de algún acontecimiento fortuito.
Un juicio que mantiene dividida la ciudad de Barcelona, donde todas las historias convergen y se da cuenta del engaño de los maravedíes del astuto moro Abenamar, embajador de al-Mutamid, el rey de la taifa de Sevilla, pone punto y seguido a una novela histórica que se lee como una de aventuras; un relato que tiene su continuación en "Mar de fuego", al que pronto acudiré.
Un listado con los protagonistas y demás personajes que intervienen en la trama, así como un árbol genealógico de la casa Condal de Barcelona son un elemento de gran ayuda para situarnos en cualquier momento de la narración; la extensión de la novela, los años que transcurren en ella y el contenido histórico de la misma hacen su uso imprescindible.
El personaje de Martí Barbany es el eje central de la novela, hijo de un soldado de fortuna que combatió en nombre de los condes de Barcelona. Una aventura que da comienzo cuando a su mayoría de edad acude a la llamada del padre Eudald Llobet, camarada y compañero de armas de su padre, quien le hace entrega de un manuscrito donde conocerá las causas de haber crecido privado de su compañía y de la existencia de un testamento depositado en manos del judío Baruj Benvenist, cambista de Barcelona y administrador de las tierras y el botín de guerra que le convierten en un hombre rico.
La fortuna de Martí le permite soñar con alcanzar algún día el privilegio de ser considerado un ciudadano de hecho de Barcelona, ambición por la que luchará de manera incansable desde que conoce en el mercado de esclavos a Laia, la hijastra del intendente de abastos Bernat Montcusí quien le dará licencia para iniciar su actividad comercial pero no para cortejarla. Una relación que le mostrará las dos caras de la moneda y con la que se nos permite conocer muchas de las actividades de Barcelona y sus alrededores así como de la importación de productos a través de los mares.
De manera paralela a esta historia nos adentramos en la parte más histórica de la novela para asistir al enfrentamiento que mantienen Ermesenda de Carcasona, señora de Gerona, y su nieto Ramón Berenguer I, empeñado en repudiar a su segunda esposa y a punto de secuestrar a Almodis de la Marca, condesa de Tolosa; una unión por la que pedirá la excomunión al papa y mantendrá un largo conflicto donde se ponen en juego las fronteras del territorio.
Las distintas tramas de la novela tienen en común la intriga, un ingrediente que Chufo Lloréns sabe manejar, alternando las historias y dejándolas en suspense; con personajes, como Aixa o Ruth, por los que el lector sentirá predilección, y otros, como Delfín, el bufón consejero de Almodis, cuyas puestas en escena son el aviso de algún acontecimiento fortuito.
Un juicio que mantiene dividida la ciudad de Barcelona, donde todas las historias convergen y se da cuenta del engaño de los maravedíes del astuto moro Abenamar, embajador de al-Mutamid, el rey de la taifa de Sevilla, pone punto y seguido a una novela histórica que se lee como una de aventuras; un relato que tiene su continuación en "Mar de fuego", al que pronto acudiré.
Debo de ser de las pocas que todavía no ha leído al autor. A ver si le hago un hueco. Muchos besos.
ResponderEliminarOtra qeu no ha leído nada del autor. Ni sabía que Mar de fuego era su segunda parte...
ResponderEliminarBesotes!!!