Sinopsis
En el fastuoso Berlín del Tercer Reich, Sophie Larisson, una espléndida actriz que trabaja para los estudios de la UFA, desaparece misteriosamente de las carteleras. Casi un siglo después, la detective Daniela Ackerman se tropieza con ella cuando intenta resolver su nuevo caso: encontrar un libro encuadernado en piel humana que le regalaron a Hitler en su cumpleaños. Moscú, Berlín, Roma o Brighton esconden algunas piezas de tan extraña misión, pero solo una película pornográfica puede explicarlo todo: La emperatriz de jade.
A caballo entre el género histórico y la novela negra, La emperatriz de jade nos sumerge en los secretos más recónditos del alma humana, cuando el amor se confunde con la obsesión.
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La detective Daniela Ackerman acude a Moscú para recibir un encargo un tanto peculiar, encontrar un ejemplar único del Mein Kampf encuadernado en piel humana. El precio por encontrarlo, un millón de dolares, es suficiente para que la investigadora corra todos los riegos habidos y por haber. Y nunca mejor dicho, porque tendrá que enfrentarse a una serie de personajes que prefieren callar más que hablar dada su vinculación con el nacionalsocialismo o los servicios secretos británicos del SIS. Un entramado del que sabrá ir separando los hilos pacientemente con la colaboración de su inseparable compañero de aventuras, Freddy Ramírez, la cabeza pensante de esta pareja de detectives, siempre dispuesto a desempolvar viejas y atractivas historias.
La grabación doméstica, visionada por la detective cuando recibi el encargo, y en la que se ve a Hitler recibiendo el libro como regalo por su cumpleaños, es uno de los ejes principales del caso. En la cinta aparece Otto Kramer, uno de los nombres de la lista negra de los aliados y que también es buscado por una Brigada Negra que parece ser la responsable de la eliminación de antiguos miembros de las SS que huyeron tras la guerra; cadáveres con signos de haberse suicidado ingiriendo una cápsula de cianuro.
La investigación nos lleva hasta la costa inglesa de Brighton para conocer a Sophie Larisson, una actriz retirada que se convierte en el motor de esta trama. Ella es quien va trazando una historia que la detective da por buena, dirigiendo sus pasos hacia las pistas que va obteniendo de sus conversaciones. La veracidad de lo que cuenta se pone en duda con la versión de otros personajes implicados, bien por desconocimiento, porque han sido engañados con anterioridad o porque juegan al despiste para que salga a la luz lo menos posible del pasado. Desde los años previos a la segunda guerra mundial hasta mucho después de su finalización son muchos los intereses que se cruzarían entre los países que participaron y otros tantos casos de espionaje de los que ningún frente se siente orgulloso.
Un relato que engancha desde el principio y que se va poniendo cada vez más interesante con la narración que realiza la actriz Sophie Larisson de su propia historia: cuándo entró a formar parte de los servicios de inteligencia británicos, de qué manera comenzó su carrera profesional y cuáles fueron sus papeles en el cine para adultos que se grababa en aquella época para el disfrute de los oficiales de las SS. Un documento que refleja la participación de fotógrafos y cineastas que trabajaron para la maquinaría propagandística del Tercer Reich y su conexión con el espionaje.
La novela se mueve en un continuo baile de acontecimientos históricos, con episodios que narran los horrores de la guerra de exterminio, alternando con la que más que probable implicación del Vaticano tanto en el devenir de la contienda como en el cobro de pequeños favores a los culpables; además, una supuesta nueva doctrina religiosa impulsada por Hitler, es uno de los debates que se pueden encontrar entre líneas.
Ingredientes más que suficientes para dejarse atrapar por una investigación con muchas sorpresas finales, giros que transforman una novela negra de detectives en un auténtico thriller con personajes interesantes y bien perfilados.
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La grabación doméstica, visionada por la detective cuando recibi el encargo, y en la que se ve a Hitler recibiendo el libro como regalo por su cumpleaños, es uno de los ejes principales del caso. En la cinta aparece Otto Kramer, uno de los nombres de la lista negra de los aliados y que también es buscado por una Brigada Negra que parece ser la responsable de la eliminación de antiguos miembros de las SS que huyeron tras la guerra; cadáveres con signos de haberse suicidado ingiriendo una cápsula de cianuro.
La investigación nos lleva hasta la costa inglesa de Brighton para conocer a Sophie Larisson, una actriz retirada que se convierte en el motor de esta trama. Ella es quien va trazando una historia que la detective da por buena, dirigiendo sus pasos hacia las pistas que va obteniendo de sus conversaciones. La veracidad de lo que cuenta se pone en duda con la versión de otros personajes implicados, bien por desconocimiento, porque han sido engañados con anterioridad o porque juegan al despiste para que salga a la luz lo menos posible del pasado. Desde los años previos a la segunda guerra mundial hasta mucho después de su finalización son muchos los intereses que se cruzarían entre los países que participaron y otros tantos casos de espionaje de los que ningún frente se siente orgulloso.
Un relato que engancha desde el principio y que se va poniendo cada vez más interesante con la narración que realiza la actriz Sophie Larisson de su propia historia: cuándo entró a formar parte de los servicios de inteligencia británicos, de qué manera comenzó su carrera profesional y cuáles fueron sus papeles en el cine para adultos que se grababa en aquella época para el disfrute de los oficiales de las SS. Un documento que refleja la participación de fotógrafos y cineastas que trabajaron para la maquinaría propagandística del Tercer Reich y su conexión con el espionaje.
La novela se mueve en un continuo baile de acontecimientos históricos, con episodios que narran los horrores de la guerra de exterminio, alternando con la que más que probable implicación del Vaticano tanto en el devenir de la contienda como en el cobro de pequeños favores a los culpables; además, una supuesta nueva doctrina religiosa impulsada por Hitler, es uno de los debates que se pueden encontrar entre líneas.
Ingredientes más que suficientes para dejarse atrapar por una investigación con muchas sorpresas finales, giros que transforman una novela negra de detectives en un auténtico thriller con personajes interesantes y bien perfilados.
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Lo leí hace ya unos años y me resultó muy entretenido.
ResponderEliminarBesotes!!!
No lo conocía, pero parece la lectura ideal para estos días tan raros. Muchos besos.
ResponderEliminarTiene muy buena pinta.
ResponderEliminarUn saludo.