Sinopsis
En un frío día de invierno de 1882, una cuadrilla de albañiles trabaja en los que será la Nueva Sede del Banco de Castilla, en Madrid. Al excavar en un montículo topan con lo que parece un esqueleto perfectamente conservado de una mujer. Esparcidas entre sus huesos, hay siete monedas de oro. Siete, como las chimeneas que coronan el edificio, y siete son también ellos, los obreros.
Madrid, 1568, Felipe II no halla consuelo tras la muerte de la joven Isabel de Valois. No obstante, los deberes para con el Reino y la premura por traer un heredero le llevarán a contraer de nuevo matrimonio, esta vez con su sobrina, Anna de Austria. Cuando llega a la corte, sin embrago, la archiduquesa Anna se encuentra con un rey solícito pero cuya mente parece muy lejos; tal vez en su anterior esposa o puede que, como dicen los rumores, en otra mujer, muy probablemente en la voluptuosa Elena Méndez, encargada del cuidado de las infantas.
Tratando de salvar una situación que puede poner el peligro la estabilidad de la Corte y que entra en contradicción con sus convicciones católicas, el monarca decide casar a su amante con un héroe de la guerra de Flandes y regalar a ambos la Casa de las Siete Chimeneas. Pero Elena no es hembra que se resigne, y el rey, a la sazón el hombre más poderoso del mundo conocido pero también esclavo de sus propias pasiones, se verá inmerso en un peligro muy próximo que ni él si quiera es capaz de dominar...
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Leer una novela por segunda vez es señal de que ésta dejó un buen recuerdo, que hubo algo en ella que ha permanecido en tu memoria; un aviso que en mi caso he recibido cada cierto tiempo, bien por aparecer parte de su trama en otras aventuras históricas o por la razón tan simple de que la Casa de las Siete Chimeneas es uno de esos lugares de Madrid para el que se han escrito diversas leyendas que incluyen fantasmas, asesinatos y mucho misterio. Hace poco volví a encontrarme con sus relatos de la mano de Alberto Granados, "Las rutas del misterio. El Madrid oscuro", y tuve la necesidad de introducirme de nuevo en esta historia que habla de muchos pecados, no solo de los capitales, al tiempo que nos acerca a la figura de Felipe II.
Decía hace tiempo que si me hubieran contado así la historia no me hubiese aburrido tanto en clase, porque el solo hecho de descubrirte las calles, la arquitectura o las gentes de tu ciudad es suficiente para aficionarte a todas esas asignaturas que carecían de misterio y significado; todo lo contrario a lo que aportan estas páginas que se centran en un periodo histórico tan apasionante como lo pueden ser el resto. Y es que recuerdo que con esta novela comencé una búsqueda que voy completando en cada nueva lectura: esas curiosidades de Madrid, tantas veces paseado, admirado y disfrutado.
La trama, que arranca a finales del siglo XIX con la aparición de un esqueleto de mujer en las obras que se están ejecutando para la ampliación de la Casa de las Siete Chimeneas, nos lleva hasta el siglo XVI para conocer la historia real de como se construyó este palacete a las afueras de Madrid, el significado de las siete chimeneas y qué asuntos de primer orden ocurrieron entre sus paredes. Un misterio que nos mantendrá en vilo queriendo conocer por qué el cadáver apretaba en su puño siete monedas de oro y un anillo; y lo más importante, cuál es su identidad.
El rey Felipe II es el gran protagonista de este relato y sobre él se centran todos y cada uno de los diferentes episodios que van aconteciendo. La muerte de Isabel de Valois sin haberle aportado un heredero al trono hace necesario un nuevo enlace, el cuarto, que satisfaga no solamente sus necesidades sino la de un reino que vería peligrar de nuevo su escasa estabilidad. Su sobrina, Anna de Austria, será su reina, pero su corazón lo tendrá que compartir con otra protagonista, Elena Méndez, institutriz de las infantas y propietaria de la casa que da título a esta novela.
Lujuria, el mayor de los pecados se instala en esta parte del relato con el que acudimos a contemplar de qué manera se desatan las pasiones y se amontonan los problemas; tanta es la importancia de estos hechos, que al relato acuden los versos de Santa Teresa de Jesús, y con ellos, el éxtasis y la penitencia. En la solución cambiamos de género literario y nos adentramos en lo histórico, en ir desmenuzando esos datos que nos hablan de traiciones, de complots y de asesinatos de Estado. Y no es de extrañar, porque por aquí andan la princesa de Éboli, Antonio Pérez, el secretario del rey, o Juan de Austria y su secretario Juan de Escobedo; otros de esos momentos que merecen la pena seguir indagando.
Durante décadas, el pueblo de Madrid hizo extender la leyenda sobrenatural donde se afirmaba que varios fantasmas paseaban en procesión desde los huertos de los Altos del Barquillo hasta las chimeneas de la casa de campo; la de los siete pecados, como así la llamaron y hoy en día se la sigue conociendo. Descubrir que nos cuentan sus piedras es una labor amena que discurre por una ciudad de grandes espacios pero también de calles estrechas, de mentideros y de sombras que al caer la noche se confunden. Un paseo por Madrid acompañados de una impecable narrativa que, seguramente como a mí, os hará rescatar la novela de vuestra librería.
Decía hace tiempo que si me hubieran contado así la historia no me hubiese aburrido tanto en clase, porque el solo hecho de descubrirte las calles, la arquitectura o las gentes de tu ciudad es suficiente para aficionarte a todas esas asignaturas que carecían de misterio y significado; todo lo contrario a lo que aportan estas páginas que se centran en un periodo histórico tan apasionante como lo pueden ser el resto. Y es que recuerdo que con esta novela comencé una búsqueda que voy completando en cada nueva lectura: esas curiosidades de Madrid, tantas veces paseado, admirado y disfrutado.
La trama, que arranca a finales del siglo XIX con la aparición de un esqueleto de mujer en las obras que se están ejecutando para la ampliación de la Casa de las Siete Chimeneas, nos lleva hasta el siglo XVI para conocer la historia real de como se construyó este palacete a las afueras de Madrid, el significado de las siete chimeneas y qué asuntos de primer orden ocurrieron entre sus paredes. Un misterio que nos mantendrá en vilo queriendo conocer por qué el cadáver apretaba en su puño siete monedas de oro y un anillo; y lo más importante, cuál es su identidad.
El rey Felipe II es el gran protagonista de este relato y sobre él se centran todos y cada uno de los diferentes episodios que van aconteciendo. La muerte de Isabel de Valois sin haberle aportado un heredero al trono hace necesario un nuevo enlace, el cuarto, que satisfaga no solamente sus necesidades sino la de un reino que vería peligrar de nuevo su escasa estabilidad. Su sobrina, Anna de Austria, será su reina, pero su corazón lo tendrá que compartir con otra protagonista, Elena Méndez, institutriz de las infantas y propietaria de la casa que da título a esta novela.
Lujuria, el mayor de los pecados se instala en esta parte del relato con el que acudimos a contemplar de qué manera se desatan las pasiones y se amontonan los problemas; tanta es la importancia de estos hechos, que al relato acuden los versos de Santa Teresa de Jesús, y con ellos, el éxtasis y la penitencia. En la solución cambiamos de género literario y nos adentramos en lo histórico, en ir desmenuzando esos datos que nos hablan de traiciones, de complots y de asesinatos de Estado. Y no es de extrañar, porque por aquí andan la princesa de Éboli, Antonio Pérez, el secretario del rey, o Juan de Austria y su secretario Juan de Escobedo; otros de esos momentos que merecen la pena seguir indagando.
Durante décadas, el pueblo de Madrid hizo extender la leyenda sobrenatural donde se afirmaba que varios fantasmas paseaban en procesión desde los huertos de los Altos del Barquillo hasta las chimeneas de la casa de campo; la de los siete pecados, como así la llamaron y hoy en día se la sigue conociendo. Descubrir que nos cuentan sus piedras es una labor amena que discurre por una ciudad de grandes espacios pero también de calles estrechas, de mentideros y de sombras que al caer la noche se confunden. Un paseo por Madrid acompañados de una impecable narrativa que, seguramente como a mí, os hará rescatar la novela de vuestra librería.
No pinta mal. NO me importaría leerla si se cruza en mi camino.
ResponderEliminarBesotes11