Sinopsis
En la Barcelona convulsa de 1914, Dimas Navarro, hijo de inmigrantes, se niega a aceptar su destino como mecánico en las cocheras del tranvía. En su aspiración por escalar socialmente, logra ganarse la confianza de Ferran Jufresa, el ambicioso heredero de una de las familias de joyeros más importantes de la Ciudad Condal. Sin embargo, no cuenta con un serio obstáculo: la atracción hacia Laura, hermana menor de Ferran y una mujer avanzada a su tiempo, que compagina su trabajo en el obrador familiar con su colaboración en el taller de la Sagrada Familia de Gaudí.
Traición y lealtad, amor y odio, pasión y venganza se entrecruzan en El sueño de la ciudad, una trepidante novela cuyo telón de fondo es la construcción del símbolo más representativo de la ciudad de Barcelona.
-----
-----
Dicen que lo bueno se hace esperar y esto es lo que me ha pasado a mí con esta novela, que después de ser la eterna candidata para ser leída ha pasado a formar parte de mi librería en un lugar destacado, pues las historias que narran sus páginas son un documento histórico de los que uno nunca se cansa de leer; principalmente por plasmar un escenario, de principios del siglo XX, donde conviven personas con sus diversas costumbres y que comparten un mismo objetivo: formar parte de una ciudad nueva que crece a un ritmo precipitado y donde las oportunidades puede que solo aparezcan una vez.
Barcelona es la gran e indiscutible protagonista, es la que encierra el sueño y le da visibilidad a la ciudad; al compás de la trama principal siempre hay un momento para recorrer sus calles, ver como estas se ensanchan, lo viejo se derriba y las vistas abarcan la inmensidad engullendo los pueblos cercanos, mientras que los edificios compiten por ser la joya arquitectónica que perdure en el tiempo. Una ciudad que crece con el sufrimiento de miles de trabajadores, venidos de todos los rincones de la península e incluso más allá de nuestras fronteras, en busca de algo nunca visto. Queriendo poner tierra de por medio, al dar la espalda a sus orígenes, se encuentran con dos brazos que les acogen pero que con el tiempo les aprieta, les exprime y no les deja escapar, atrapados por un sentimiento de pertenencia construido con su esfuerzo.
Porque la verdadera historia que vamos a compartir está en los trabajadores que lo hicieron posible, aquellos que se dejaron la piel por crear el sueño de algunos locos mientras esperaban alcanzar el deseado porvenir; historias personales y de superación que ya forman parte de la memoria de muchos españoles que emigraron, que empezaron de cero y que reconstruyeron sus vidas para sacar adelante a sus familias. Frente a ellos los poderosos, aquellos que viven en los barrios altos, alejados del ruido del avance y despreocupados de sus miserias; ellos bastante tienen con acudir al Liceo a lucir sus joyas mientras especulan en los descansos su próxima inversión, o dilapidan en los casinos el dinero ganado con el sudor de sus empleados.
Dos tipos de vida y de sentimientos que confluyen con dos protagonistas principales, Dimas Navarro y Laura Jufresa: él, hijo de inmigrantes, luchadores que se abren paso entre miles de personas que reclaman sus derechos; ella, hija de una familia de joyeros que ha tenido la suerte de estudiar en Roma, moderna y enfrentada a un mundo, todavía, de hombres. Cada uno a su manera irá tocando los distintos temas, social, político o familiar, aportando con su voz los puntos de vista que, lejos de distanciarse, encuentran puntos en común que significará para ellos y para el resto de la población de Barcelona un futuro esperanzador lleno de esas oportunidades que tanto ansían y por las que han luchado todos.
Si con Dimas participamos de los males de la sociedad, donde el rico e influyente veja al subordinado, con Laura asistimos a la igualdad, fruto de su trabajo en la Sagrada Familia junto a Gaudí, donde todos trabajan para un bien común sin importarles rezo, raza o posición: la construcción de una ciudad que se dilata en el tiempo junto a su símbolo principal. De la catedral me quedo con ganas de profundizar, tiempo habrá para ello, de momento me vale con ese buen sabor de boca que me ha dejado la construcción tranquila y minuciosa en contraste con una ciudad a punto de estallar por los cuatro costados, incluso desde el mar; otro gran olvidado en la novela, por fin Barcelona le da la espalda.
El poder, la violencia y la corrupción son también elementos que apreciamos en la trama, subiendo el ritmo de la misma tras un asesinato y la investigación posterior por donde irán desfilando una serie de sujetos que traen al lector otras historias de principios del siglo XX con las que desgraciadamente siempre hemos tenido que convivir.
La labor de documentación que se supone en cada gran obra queda aquí de manifiesto por la cantidad de escenarios por donde transcurre la narración, edificios y calles nos son presentados al igual que personajes de renombre junto con el momentos histórico que supuso la supuesta neutralidad española en la primera guerra mundial; pues, como veremos, el que más y el que menos tenía sus preferencias según se inclinase la balanza para sus negocios, una oportunidad que algunos no estaban dispuestos a perderse.
Ingredientes más que suficientes para acercaros a una ciudad y a una época por descubrir.
Barcelona es la gran e indiscutible protagonista, es la que encierra el sueño y le da visibilidad a la ciudad; al compás de la trama principal siempre hay un momento para recorrer sus calles, ver como estas se ensanchan, lo viejo se derriba y las vistas abarcan la inmensidad engullendo los pueblos cercanos, mientras que los edificios compiten por ser la joya arquitectónica que perdure en el tiempo. Una ciudad que crece con el sufrimiento de miles de trabajadores, venidos de todos los rincones de la península e incluso más allá de nuestras fronteras, en busca de algo nunca visto. Queriendo poner tierra de por medio, al dar la espalda a sus orígenes, se encuentran con dos brazos que les acogen pero que con el tiempo les aprieta, les exprime y no les deja escapar, atrapados por un sentimiento de pertenencia construido con su esfuerzo.
Porque la verdadera historia que vamos a compartir está en los trabajadores que lo hicieron posible, aquellos que se dejaron la piel por crear el sueño de algunos locos mientras esperaban alcanzar el deseado porvenir; historias personales y de superación que ya forman parte de la memoria de muchos españoles que emigraron, que empezaron de cero y que reconstruyeron sus vidas para sacar adelante a sus familias. Frente a ellos los poderosos, aquellos que viven en los barrios altos, alejados del ruido del avance y despreocupados de sus miserias; ellos bastante tienen con acudir al Liceo a lucir sus joyas mientras especulan en los descansos su próxima inversión, o dilapidan en los casinos el dinero ganado con el sudor de sus empleados.
Dos tipos de vida y de sentimientos que confluyen con dos protagonistas principales, Dimas Navarro y Laura Jufresa: él, hijo de inmigrantes, luchadores que se abren paso entre miles de personas que reclaman sus derechos; ella, hija de una familia de joyeros que ha tenido la suerte de estudiar en Roma, moderna y enfrentada a un mundo, todavía, de hombres. Cada uno a su manera irá tocando los distintos temas, social, político o familiar, aportando con su voz los puntos de vista que, lejos de distanciarse, encuentran puntos en común que significará para ellos y para el resto de la población de Barcelona un futuro esperanzador lleno de esas oportunidades que tanto ansían y por las que han luchado todos.
Si con Dimas participamos de los males de la sociedad, donde el rico e influyente veja al subordinado, con Laura asistimos a la igualdad, fruto de su trabajo en la Sagrada Familia junto a Gaudí, donde todos trabajan para un bien común sin importarles rezo, raza o posición: la construcción de una ciudad que se dilata en el tiempo junto a su símbolo principal. De la catedral me quedo con ganas de profundizar, tiempo habrá para ello, de momento me vale con ese buen sabor de boca que me ha dejado la construcción tranquila y minuciosa en contraste con una ciudad a punto de estallar por los cuatro costados, incluso desde el mar; otro gran olvidado en la novela, por fin Barcelona le da la espalda.
El poder, la violencia y la corrupción son también elementos que apreciamos en la trama, subiendo el ritmo de la misma tras un asesinato y la investigación posterior por donde irán desfilando una serie de sujetos que traen al lector otras historias de principios del siglo XX con las que desgraciadamente siempre hemos tenido que convivir.
La labor de documentación que se supone en cada gran obra queda aquí de manifiesto por la cantidad de escenarios por donde transcurre la narración, edificios y calles nos son presentados al igual que personajes de renombre junto con el momentos histórico que supuso la supuesta neutralidad española en la primera guerra mundial; pues, como veremos, el que más y el que menos tenía sus preferencias según se inclinase la balanza para sus negocios, una oportunidad que algunos no estaban dispuestos a perderse.
Ingredientes más que suficientes para acercaros a una ciudad y a una época por descubrir.
No he leído nada del autor. Y por lo que cuentas, no me importaría estrenarme con esta novela.
ResponderEliminarBesotes!!!