viernes, 2 de marzo de 2018

Selfies - Jussi Adler Olsen (2017)

Selfies - Jussi Adler Olsen (2017)


Título: Departamento Q. Selfies
Título Original: (Selfies, 2017)
Autor: Jussi Adler-Olsen
Editorial: Maeva
Colección: Maeva Noir

Copyright:
© Jussi Adler-Olsen y JP/Politikens Hus A/S, 2016
© Maeva Ediciones, 2017
Traducción: Juan Mari Mendizabal
Edición: 1ª Edición: Noviembre 2017
ISBN: 9788417108144
Tapa: Blanda
Etiquetas: abusos, colecciones, asesinatos, género negro, policiaca, intriga, literatura danesa, novela, sagas, cáncer, fraudes, Dinamarca, trastornos del comportamiento, servicios sociales, mentiras, limpieza, Copenhague
Nº de páginas: 496


Argumento:

Denise, Michelle y Jazmine tienen en común vivir de los Servicios Sociales de Dinamarca y gastarse el dinero en vestir a la última. El día que se conocen en la sala de espera de la asistente social deciden acabar con ella.

Anne-Line Svendsen está harta de conceder ayudas estatales a personas que no se lo merecen. Cuando le diagnostican un cáncer lo ve claro: acabará con esa injusticia asesinando a las jóvenes que van a su consulta.

La agente Rose, miembro del Departamento Q, tendrá que hacer frente a sus problemas de salud y saldar cuentas con los fantasmas de su pasado.



Opinión:

La séptima entrega de la serie "Los casos del Departamento Q" está protagonizada por las mujeres: jóvenes desarraigadas que únicamente piensan en pasarlo bien como si la vida fuese un constante reality show; la amargura de una asistente social a la que diagnostican un cáncer; y una agente de policía con problemas. Este último caso es uno de los misterios más populares de la serie, no siendo necesario haber leído las entregas anteriores para meternos en situación y disfrutar de un desenlace lleno de intriga.

Denise se crió con las espeluznantes historias de su abuelo nazi y con el recuerdo de un padre que les abandonó; ahora vive de las ayudas que percibe del Estado, de los hombres y del dinero que su abuela les proporciona a ella y a su madre. Michelle vive con su novio y del fraude, hasta que la descubren y tiene que buscar un nuevo medio de vida. Cierra el grupo, Jazmine, que se queda embarazada con el único propósito de valerse del sistema.

La narrativa usada en el relato de las tres jóvenes me ha parecido más de una novela juvenil que el que se acostumbra a leer en la novela negra escandinava; y otro tanto me han transmitido los personajes de la policía. Ninguno de ellos me ha aportado un protagonismo como para recordarles en un futuro, ni por su perfil ni por su actuación policial.

Se salva la agente Rose por crear a su alrededor un clima de misterio y ponerle mucha intriga a la trama. Sus pérdidas de memoria debido a la medicación; los asuntos de un pasado atormentado que salen a la luz en este nuevo episodio, y que nos darán a conocer sucesos de su infancia y adolescencia hasta la muerte por accidente de su padre; y su trastorno de personalidad desde que necesitase atención psiquiátrica por un antiguo caso.

Otro personaje con el que madura la novela es el de la asistente social Anne- Line Svendsen. Anne-Line lleva una vida aburrida teniendo que aguantar a crías malcriadas y sin estudios en su despacho, exigiendo, mintiendo y aprovechándose del sistema. Para complicar más su situación le diagnostican un cáncer de pecho. Lejos de hundirse ante lo que cree un final inminente, su vida da un giro al desatarse en ella la necesidad de acabar con aquellas jóvenes y limpiar la sociedad de Copenhague. Anne-Line pasa de una vida tranquila y triste a conocer el mundo del crimen y preparar sus asesinatos mientras acude a sesiones de radioterapia.

Los miembros del Departamento Q tienen sobre la mesa casos sin cerrar y un intento de desprestigiarles desde dentro de la comisaría, sus éxitos provocan muchas envidias y parte de la novela se centra en demostrar que siguen siendo importantes y que su modo de trabajo es impecable. El recuerdo del ya jubilado inspector de homicidios Marcus Jacobsen pesa mucho en la comisaría y será vital trabajando en la sombra. Su incorporación coincide con el primer cadáver que tiene similitudes con un caso antiguo sin cerrar.

Sin apenas haber tomado contacto con los personajes, la primera víctima hace que recelemos de todo lo leído y empecemos a atar cabos con datos que nos sirven para nuestra investigación particular. La trama se enreda cuando los casos parecen conectarse.

El lector va en muchos momentos por delante de la investigación policial y da la sensación de que seamos nosotros quienes animemos a los miembros del Departamento Q para decirles donde están las pistas, o en qué dirección buscar a un sospechoso. No hay giros ni sobresaltos que sorprendan, aun así, la trama es ambiciosa y original.
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1 comentario :

  1. Con éste no me animo, que no he empezado esta saga y a estas alturas, no creo que la empiece. No me llama mucho.
    Besotes!!!

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