Sinopsis
Una novela histórica ambientada en la caza de brujas que a principios del siglo XVII se desató en los Pirineos Navarros, en Zugarramurdi, y dio lugar a un proceso judicial legendario. Un relato también sobre los valientes individuos que se atrevieron a desafiar a la poderosa Inquisición española.
Cada uno tenía sus motivos, pero unidos, resultaron invencibles. Demostraron que lo sorprendente no era yacer con demonios sino mantener la cordura en tiempos de terror. Es en estos momentos difíciles cuando la vida nos sorprende convirtiendo en héroes a los tipos más insospechados.
Cada uno tenía sus motivos, pero unidos, resultaron invencibles. Demostraron que lo sorprendente no era yacer con demonios sino mantener la cordura en tiempos de terror. Es en estos momentos difíciles cuando la vida nos sorprende convirtiendo en héroes a los tipos más insospechados.
Aquelarres, niños endemoniados, conjuros y bebedizos, hogueras crepitantes, orgías sexuales, viejos ritos paganos, exorcismos, sectas, magia, superstición, potros de tortura, edictos de gracia, brillantes abogados… y una historia de amor prohibido. La eterna lucha entre el bien y el mal, la cobardía y el valor, el amor y el odio. Un magnífico retrato de lo mejor y peor del ser humano.
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Los argumentos que acompañan a las novelas suelen estar provistos de mensajes entre líneas que nos incitan o nos disuaden de una lectura, al igual que las portadas, que tienen en su mayoría el poder de atracción necesario para desear perdernos por su interior. Ambos elementos se dan cita en esta novela. Por un lado, una portada que evoca fantasía, en la contraportada los ingredientes con los que se ha cocinado, una trama de ficción histórica en la que los personajes muestran de forma coral como vivieron uno de los acontecimientos más oscuros del siglo XVII.
La transición de un mundo de creencias basadas en nuestro pasado a otro donde, a golpe de inquisición, se implantaba un nuevo orden religioso sin importar la legitimidad de una cultura popular que llevaba instaurada demasiadas generaciones.
Cualquiera que haya paseado por los valles del norte de España, u otros lugares llenos de encanto y de misterio, se ve pronto sumergido por la paz que describe la autora, esa vida libre que pudieron disfrutar nuestros antepasados. Pero a poco que nos introducimos en esta historia se aprecia como el detonante del miedo convierte ese apacible escenario en un sálvese quién pueda con la llegada de las reformas del cristianismo impulsadas por el Vaticano y los distintos reinados que aquí hubo.
"Magia, amor, terror, heroísmo... en el mayor juicio por brujería de la historia: Zugarramurdi 1610".
Desde el subtítulo, el lector asiste a digerir cada uno de los componentes que le harán comprender y tomar posición ante la injusticia de los hechos que se relatan. En ese orden nos adentramos en la magia, las supersticiones, las medicinas curativas aprendidas por generaciones y las drogas que llevaba a los más incultos a estados donde la realidad y la fantasía podían degenerar en orgías: un engaño del que algunos se beneficiaban mientras que otros se agarraban como única forma de creencia, como una religión aprendida desde tiempos ancestrales.
El amor es algo que fluye a lo largo de los capítulos entre amantes, familiares o vecinos; pero también un componente de desamor, de traición, de viejas rencillas o quizá de miedo. Las persecuciones a las que se ven sometidos los integrantes de este valle van descomponiendo el idílico escenario implantando una neblina de misterio en el pueblo de Zugarramurdi, en el valle de Batzán. Las descripciones nos invitan a pasear, a perdernos y a contagiarnos de la magia y de los sentimientos que transmiten.
Los personajes de fray Miguel y Tessa son el eje principal de la novela y sobre los que los demás van narrando sus desgracias y sus ambiciones. El lado más perverso del conjunto surge con el miedo y la envidia iniciándose una cadena de mentiras y acusaciones de las que nadie queda libre. El temor a la Inquisición es tan grande que el genocidio se hace imparable en una progresión geométrica que parece no tener fin. El terror que se vive en estas páginas, fruto, no de la imaginación de la autora sino de la documentación histórica realizada sobre la investigación judicial de los hechos, refleja, a través de los distintos actores, una historia con infinitos puntos de interés.
Y por último el heroísmo; aquí la narrativa gana con la trama propuesta, convirtiendo la novela en algo épico, donde el bien triunfa sobre el mal y los personajes vuelven a tomar conciencia de quienes son y de lo que han hecho, de cómo sus decisiones pueden ser erróneas, y cómo luchar unidos puede ser la solución a sus problemas.
Los interrogatorios del juicio, las torturas o los autos de fe frente al exorcismo practicado por los que ven una posesión pero no un contagio. Dos posiciones para entender la brujería pero un sinfín de historias aderezadas con el embrujo de las letras cumplen el objetivo de entretener al tiempo que instruyen de una manera amena y llena de intriga, y que además cuenta con unos personajes que no te dejarán indiferente, como tampoco lo hacen los relatos de los condenados.
"Caza de brujas" es algo más que una novela sobre la Inquisición, es un relato sobre el culto a las viejas creencias, la desmedida ambición de parte de la Iglesia y el valor del compañerismo.
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La transición de un mundo de creencias basadas en nuestro pasado a otro donde, a golpe de inquisición, se implantaba un nuevo orden religioso sin importar la legitimidad de una cultura popular que llevaba instaurada demasiadas generaciones.
Cualquiera que haya paseado por los valles del norte de España, u otros lugares llenos de encanto y de misterio, se ve pronto sumergido por la paz que describe la autora, esa vida libre que pudieron disfrutar nuestros antepasados. Pero a poco que nos introducimos en esta historia se aprecia como el detonante del miedo convierte ese apacible escenario en un sálvese quién pueda con la llegada de las reformas del cristianismo impulsadas por el Vaticano y los distintos reinados que aquí hubo.
"Magia, amor, terror, heroísmo... en el mayor juicio por brujería de la historia: Zugarramurdi 1610".
Desde el subtítulo, el lector asiste a digerir cada uno de los componentes que le harán comprender y tomar posición ante la injusticia de los hechos que se relatan. En ese orden nos adentramos en la magia, las supersticiones, las medicinas curativas aprendidas por generaciones y las drogas que llevaba a los más incultos a estados donde la realidad y la fantasía podían degenerar en orgías: un engaño del que algunos se beneficiaban mientras que otros se agarraban como única forma de creencia, como una religión aprendida desde tiempos ancestrales.
El amor es algo que fluye a lo largo de los capítulos entre amantes, familiares o vecinos; pero también un componente de desamor, de traición, de viejas rencillas o quizá de miedo. Las persecuciones a las que se ven sometidos los integrantes de este valle van descomponiendo el idílico escenario implantando una neblina de misterio en el pueblo de Zugarramurdi, en el valle de Batzán. Las descripciones nos invitan a pasear, a perdernos y a contagiarnos de la magia y de los sentimientos que transmiten.
Los personajes de fray Miguel y Tessa son el eje principal de la novela y sobre los que los demás van narrando sus desgracias y sus ambiciones. El lado más perverso del conjunto surge con el miedo y la envidia iniciándose una cadena de mentiras y acusaciones de las que nadie queda libre. El temor a la Inquisición es tan grande que el genocidio se hace imparable en una progresión geométrica que parece no tener fin. El terror que se vive en estas páginas, fruto, no de la imaginación de la autora sino de la documentación histórica realizada sobre la investigación judicial de los hechos, refleja, a través de los distintos actores, una historia con infinitos puntos de interés.
Y por último el heroísmo; aquí la narrativa gana con la trama propuesta, convirtiendo la novela en algo épico, donde el bien triunfa sobre el mal y los personajes vuelven a tomar conciencia de quienes son y de lo que han hecho, de cómo sus decisiones pueden ser erróneas, y cómo luchar unidos puede ser la solución a sus problemas.
Los interrogatorios del juicio, las torturas o los autos de fe frente al exorcismo practicado por los que ven una posesión pero no un contagio. Dos posiciones para entender la brujería pero un sinfín de historias aderezadas con el embrujo de las letras cumplen el objetivo de entretener al tiempo que instruyen de una manera amena y llena de intriga, y que además cuenta con unos personajes que no te dejarán indiferente, como tampoco lo hacen los relatos de los condenados.
"Caza de brujas" es algo más que una novela sobre la Inquisición, es un relato sobre el culto a las viejas creencias, la desmedida ambición de parte de la Iglesia y el valor del compañerismo.
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A mí este tema me interesa muchísimo y además veo que te ha gustado, así que lo apunto sin dudarlo.
ResponderEliminar¡Besote!
También me gusta este tema, así que me llevo apuntado este libro, que no lo conocía.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola!
ResponderEliminarMe la llevo...ya me la llevaba con el título pero después de leerte le he puesto el papel de regalo y el lazo.
Un beso
Este podría gustarme, le echaré un vistazo
ResponderEliminarBesos
Pues tiene buena pinta Jesús. Me la llevo apuntada por si me la cruzo. Me resulta interesante el tema.
ResponderEliminarBesos