Sinopsis
Viste pantalón de campana, es un fardón y escucha The Beatles sin parar.
Ha nacido un héroe, pero un héroe yeyé.
Una delirante novela protagonizada por Serapio Guitart, un superviviente y un aventurero que se mueve en un Madrid envuelto en las tinieblas del franquismo. Un imaginario que parece salido de la pluma de Bruguera en un cruce con The Kinks.
Serapio es singular; con un padre amante de Rafael Farina, un hermano pequeño cuya afición es limpiar boquerones, un amigo vasco pero con cara de moro, un tío que lo obliga a ir a misa y a cumplir con sus deberes de cristiano y una chica que le quiere hacer cambiar The Beatles por The Who, no le quedará más remedio que lidiar con todo ello y refugiarse en aquella España que dejaba los conflictos a un lado para tomarse una copa y que renegó del nodo para escuchar a Los Brincos: la España yeyé.
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Difícil ponerme a la altura de los grandes críticos, que a modo de prólogo de esta novela ensalzan las virtudes de Antonio Perales y del dibujo hilarante de Serapio Guitart, un personaje como muchos, pero que tuvo la suerte de vivir la transición de una España en blanco y negro a una de tímidos colores que en su mayoría venían del extranjero. Y aunque muchos fueron, sobre todos los más afincados en el antiguo régimen, los que dijeron que no durarían y que no llegarían a tener un gran color, el relato demuestra que algo estaba cambiando en nuestro país y que atrás iban a ir quedando las coplas y otros estilos musicales: habían llegado para quedarse el Pop, el Rock y otras expresiones artísticas que los yeyés iban imponiendo.
Serapio tiene estilo. Lo que ahora denominamos como "look", tomó forma en aquellos años imitando la manera de vestir que muchos veían en las escasas portadas de los discos o revistas que llegaban en muchas ocasiones desde más allá de nuestras fronteras, siendo Francia, Inglaterra y algo menos los Estados Unidos, las fuentes con las que acudir a una peluquería para cambiar radicalmente de aspecto o a una sastrería para confeccionar de encargo aquellas ropas tan diferentes a las establecidas.
"El mundo de este yeyé primitivo es una mezcla inaudita entre el ambiente de una ciudad aún galdosiana, de la vecindad del tebeo 13, Rue del Percebe, de los requiebros verbales de un sainete de Arniches y del lenguaje zarzuelero y la melodía de una canción de The Beatles...".
No puedo estar más de acuerdo con esta frase de Elvira Lindo al inicio de la novela; los diferentes personajes transmiten esas diferencias culturales y costumbristas, mostrando un cambio generacional en el que se empezaba a romper la continuidad de padres a hijos, en todos los ámbitos.
También Diego A. Manrique acierta al decir:
"... me creo las narraciones de Antonio Perales, Son un disparate, pero transmiten verdades esenciales". Para mí, que viví aquellos años a la sombra de mis hermanos y de un montón de discos de vinilo que ahora conservo, ha sido un paseo al pasado donde me he reencontrado con imágenes que tenía almacenadas en mi memoria. Un rescate que me ha regalado una sonrisa, y es que Serapio me ha devuelto el barrio madrileño de Chamberí, las máquinas de discos, los clubes (ahora disco pub), la Vespa, la marca de tabaco Rumbo (que fumaba mi padre), los billares...
Un libro lleno de música con la que cualquier lector podrá pasear por una época, para muchos desconocida, pero que si algo ha transmitido siempre han sido dos cosas: felicidad y romanticismo. Un tiempo, en el que las actuaciones en directo eran constantes y se desarrollaban en espacios más bien pequeños, donde el contacto con tu ídolo estaba asegurado, tanto física como verbalmente. Nombres como The Beatles, The Who, The Kinks, The Animals, Johnny Hallyday y Sylvie Vartan, se mezclan con nuestro producto nacional: Los Bravos, Los Brincos, Micky y Los Tonys, Los Salvajes, Los Flecos (del que el autor toma el apellido de su bajista para Serapio), y muchos más.
En definitiva, una novela bien escrita. De nada abusa, y su finalidad no es otra que enriquecer la cultura histórica de quien lo lea, sacar una sonrisa relajante y disfrutar con la filosofía de vida de Serapio, asombrarnos por las rarezas de su amigo Gorostiza y de cuantos extravagantes personajes le acompañan en este loco despertar que le lleva sin remedio a buscar su sitio.
Del mismo modo que los críticos a los que hacía referencia al principio, yo también te digo:
gracias Serapio.
Serapio tiene estilo. Lo que ahora denominamos como "look", tomó forma en aquellos años imitando la manera de vestir que muchos veían en las escasas portadas de los discos o revistas que llegaban en muchas ocasiones desde más allá de nuestras fronteras, siendo Francia, Inglaterra y algo menos los Estados Unidos, las fuentes con las que acudir a una peluquería para cambiar radicalmente de aspecto o a una sastrería para confeccionar de encargo aquellas ropas tan diferentes a las establecidas.
"El mundo de este yeyé primitivo es una mezcla inaudita entre el ambiente de una ciudad aún galdosiana, de la vecindad del tebeo 13, Rue del Percebe, de los requiebros verbales de un sainete de Arniches y del lenguaje zarzuelero y la melodía de una canción de The Beatles...".
No puedo estar más de acuerdo con esta frase de Elvira Lindo al inicio de la novela; los diferentes personajes transmiten esas diferencias culturales y costumbristas, mostrando un cambio generacional en el que se empezaba a romper la continuidad de padres a hijos, en todos los ámbitos.
También Diego A. Manrique acierta al decir:
"... me creo las narraciones de Antonio Perales, Son un disparate, pero transmiten verdades esenciales". Para mí, que viví aquellos años a la sombra de mis hermanos y de un montón de discos de vinilo que ahora conservo, ha sido un paseo al pasado donde me he reencontrado con imágenes que tenía almacenadas en mi memoria. Un rescate que me ha regalado una sonrisa, y es que Serapio me ha devuelto el barrio madrileño de Chamberí, las máquinas de discos, los clubes (ahora disco pub), la Vespa, la marca de tabaco Rumbo (que fumaba mi padre), los billares...
Un libro lleno de música con la que cualquier lector podrá pasear por una época, para muchos desconocida, pero que si algo ha transmitido siempre han sido dos cosas: felicidad y romanticismo. Un tiempo, en el que las actuaciones en directo eran constantes y se desarrollaban en espacios más bien pequeños, donde el contacto con tu ídolo estaba asegurado, tanto física como verbalmente. Nombres como The Beatles, The Who, The Kinks, The Animals, Johnny Hallyday y Sylvie Vartan, se mezclan con nuestro producto nacional: Los Bravos, Los Brincos, Micky y Los Tonys, Los Salvajes, Los Flecos (del que el autor toma el apellido de su bajista para Serapio), y muchos más.
En definitiva, una novela bien escrita. De nada abusa, y su finalidad no es otra que enriquecer la cultura histórica de quien lo lea, sacar una sonrisa relajante y disfrutar con la filosofía de vida de Serapio, asombrarnos por las rarezas de su amigo Gorostiza y de cuantos extravagantes personajes le acompañan en este loco despertar que le lleva sin remedio a buscar su sitio.
Del mismo modo que los críticos a los que hacía referencia al principio, yo también te digo:
gracias Serapio.
A pesar de tu positiva reseña, esta vez no me termina de convencer.
ResponderEliminarBesotes!!!
Demasiados frentes abiertos; si en algún momento buscas una lectura que te saque una sonrisa acuérdate de esta novela,
Eliminarbesucus
Sé lo mucho que te gustan las lecturas que te recuerdan un Madrid que has conocido y sé lo que has disfrutado con las aventuras de este yeyé así que habrá que ponerlo en la lista de pendientes!!!
ResponderEliminarQuieres dejar, por favor, de recomendar lecturas interesantes?? jajajajaja
Besucos
Mucho aumentar tu lista pero no consigo que estés más tiempo leyendo, jeje,
Eliminarbesucus
Esta novela es interesante pues me hace recordar viejos tiempos en los que uno escuchaba los discos de vinilo y los Beatles eran y siguen siendo mi grupo por excelencia. Saludos.
ResponderEliminarPor muchas razones, destacaría las curiosidades que narra y que te invitan a perseguir documentación para saborear épocas que tanto nos atraen,
Eliminarsaludos
Un libro que mientras lo leo pienso que tal vez tenga que ponerlo en la sección de enciclopedias de la vida
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, yo ya la he puesto en mi estantería para tenerlo a mano y que me sirva de libro de consulta,
Eliminarsaludos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarParece divertido y bien ambientado. No viví besa época pero identifico mucho dr lonque me han contado mis padres.
ResponderEliminarbesos
Recomiéndaselo a tus padres, estoy convencido de que pasarán un rato muy agradable acordándose de amigos y situaciones,
Eliminarbesucus
No viví esa época y siempre es bueno recordarla, sobre todo, si se hace con humor.
ResponderEliminarPues para descubrir la época es de lo más recomendable y el toque desenfadado de los protagonistas ayudan a relajarse con su lectura,
Eliminarbesucus
este francamente no termina de convencerme, aunque tiene pinta de ser diferente y con bastante humor pero la verdad que con mi gran lista de pendientes..... gracias por la reseña y por descubrir este libro, yo la verdad no lo conocía chao
ResponderEliminarSi se cruza en tu camino no pierdas la oportunidad de perderte entre sus páginas,
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