María Josefa de la Soledad Alonso Pimentel, condesa-duquesa de Benavente, condesa de Osuna (Goya, 1785) |
Goya, el más fiel cronista de su tiempo, cede a los apasionados caprichos de tres de sus musas sin medir las consecuencias que estos desatinos le pueden deparar. La condesa-duquesa de Benavente, la duquesa de Alba y la condesa de Chinchón, como el reflejo de la sabiduría, la seducción y la dulzura, tres de los atributos que el pintor más admira en la mujer, resucitan en esta novela para guiar al lector por el languidecer del siglo XVIII y el convulso nacimiento del XIX. Bajo su mecenazgo paseará por los teatros, plazas, conventos y palacios para profundizar en aquella acomodaticia sociedad que, rendida al divertimento y la desidia, a punto estará de perderlo todo a manos de los invasores napoleónicos.
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Habiendo leído anteriormente algunos momentos de la vida de Goya en los que participaba de algún modo en el triste episodio del Dos de Mayo y que después tan bien reflejó en ese cuadro maravilloso y tan lleno de realismo, tenía la intriga por saber que era lo que me iba a contar la autora, cuales eran sus pasiones para con las mujeres y que ocultaba en sus cuadros.
Capricho es un título acertado para esta novela, porque Madrid en su conjunto era un capricho para quienes con sus posibles podían cambiar la fisonomía de una ciudad y modelarla a su gusto, como así hicieron las protagonistas de esta historia, en especial la condesa-duquesa de Benavente que nos dejó para el recuerdo el jardín "El Capricho de la Alameda de Osuna", propiedad de los Duques de Osuna y que convirtieron en su residencia de verano, y que fue ocupado por el ejercito francés durante la Guerra de Independencia y por el español durante la Guerra Civil Española.
Goya, que trabajó incansablemente para los nobles de toda España, en numerosos encargos, que hoy constituyen una de las colecciones más importantes del mundo en cuanto a número de retratos, también dejó que sus pinceles dibujasen aquellas majas, vestida y desnuda, y que nunca se supo muy bien quien era, aunque después de leído el relato nos podemos hacer una idea.
Además de este enigma, que conforma gran parte de la narración, asistiremos a grandes y suntuosas fiestas, en las que veremos desde conquistas a compromisos de boda, y sobretodo conoceremos al hombre que dispuso a su antojo de España, el marido de la duquesa de Chinchón, Godoy, hasta que tuvieron lugar los hechos del Motín de Aranjuez.
Con el rey Carlos IV que no gobernaba, la reina María Luisa que disponía a espaldas de su marido, el príncipe Fernando obligando a su padre a abdicar, Napoleón haciendo juegos de trilero con los que al final terminó invadiendo España y Portugal, la clase política atrincherada en Cádiz y cocinando la constitución conocida como "La Pepa", el pueblo harto de franceses, monarcas y políticos; tenemos suficientes ingredientes para adentrarnos y disfrutar con su lectura.
Las costumbres de la época encabezadas por la clase pudiente que gastaba sus dineros en la mejor moda francesa, las fiestas populares que tenían a la ermita de San Antonio de la Florida (patrón de las modistillas) y la pradera de San Isidro, como lugar de reunión y esparcimiento y en el que se mezclaban todas las clases sociales y que junto a los frescos que Goya pintó en su interior, hicieron que Madrid se convirtiese en lugar de referencia para el arte neoclásico. Sin olvidarnos de los festejos taurinos que también inmortalizó el pintor y que conforman uno de los pilares de nuestras tradiciones, aunque ya el rey Carlos IV quiso prohibirlos en su época dividiendo a la opinión pública.
Capricho es un título acertado para esta novela, porque Madrid en su conjunto era un capricho para quienes con sus posibles podían cambiar la fisonomía de una ciudad y modelarla a su gusto, como así hicieron las protagonistas de esta historia, en especial la condesa-duquesa de Benavente que nos dejó para el recuerdo el jardín "El Capricho de la Alameda de Osuna", propiedad de los Duques de Osuna y que convirtieron en su residencia de verano, y que fue ocupado por el ejercito francés durante la Guerra de Independencia y por el español durante la Guerra Civil Española.
Goya, que trabajó incansablemente para los nobles de toda España, en numerosos encargos, que hoy constituyen una de las colecciones más importantes del mundo en cuanto a número de retratos, también dejó que sus pinceles dibujasen aquellas majas, vestida y desnuda, y que nunca se supo muy bien quien era, aunque después de leído el relato nos podemos hacer una idea.
Además de este enigma, que conforma gran parte de la narración, asistiremos a grandes y suntuosas fiestas, en las que veremos desde conquistas a compromisos de boda, y sobretodo conoceremos al hombre que dispuso a su antojo de España, el marido de la duquesa de Chinchón, Godoy, hasta que tuvieron lugar los hechos del Motín de Aranjuez.
Con el rey Carlos IV que no gobernaba, la reina María Luisa que disponía a espaldas de su marido, el príncipe Fernando obligando a su padre a abdicar, Napoleón haciendo juegos de trilero con los que al final terminó invadiendo España y Portugal, la clase política atrincherada en Cádiz y cocinando la constitución conocida como "La Pepa", el pueblo harto de franceses, monarcas y políticos; tenemos suficientes ingredientes para adentrarnos y disfrutar con su lectura.
Las costumbres de la época encabezadas por la clase pudiente que gastaba sus dineros en la mejor moda francesa, las fiestas populares que tenían a la ermita de San Antonio de la Florida (patrón de las modistillas) y la pradera de San Isidro, como lugar de reunión y esparcimiento y en el que se mezclaban todas las clases sociales y que junto a los frescos que Goya pintó en su interior, hicieron que Madrid se convirtiese en lugar de referencia para el arte neoclásico. Sin olvidarnos de los festejos taurinos que también inmortalizó el pintor y que conforman uno de los pilares de nuestras tradiciones, aunque ya el rey Carlos IV quiso prohibirlos en su época dividiendo a la opinión pública.
La pradera de San Isidro (Goya, 1788)
Un repaso a la historia en la que descubrimos rincones para muchos olvidados y que es en primavera cuando nos transmiten todo su esplendor y mejor podemos apreciar. Los viernes, desde el 11 de enero al 22 de marzo se pueden recorrer los jardines de "El Capricho" mediante una visita guiada (información).
Gracias Almudena por este gran relato, lleno de intriga y de documentación histórica, con el que cualquier lector podrá conocer la magia que Goya nos quiso transmitir en sus cuadros.
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Una magnífica novela. Puede ser buena para comenzar en un reto que quiero participar.
ResponderEliminarGracias por la reseña. Feliz Año
Un abrazo.
Anímate Enzo, te aseguro que no te va a defraudar,
Eliminarsaludos
He leído varias novelas de Almudena de Arteaga y después de leerte me han quedado unas ganas tremendas de meterme en faena con esta también.
ResponderEliminarA mí justo al contrario Concha, después de esta voy a ver si me hago con otras novelas de la autora, me ha gustado su forma de narrar y como te mete en la historia,
Eliminarbesucus
Pues no lo conocía, pero creo que esta lectura no es para mí. Un besote!!
ResponderEliminarTengo en marcha un par de reseñas musicales que te abrirán el apetito,
Eliminarbesucus
Lástima que esas visitas guiadas sean en viernes
ResponderEliminarSabiéndolo siempre puedes cuadrar alguno y hacerte un regalo de día libre con visita cultural, merece la pena aunque sea sin guía,
Eliminarsaludos
Hola Porlomenix quería agradecerte la visita a mi blog, felicitarte el año nuevo... 2013!!! Esperemos que todo vaya mucho mejor que el anterior... Una de las cosas que pido a " DIOS" es que me de fuerza para leer más, y hacer lo que vosotros cosa que admiro... Un besazo!!!!
ResponderEliminarÁnimo Marta, un poco de lectura todos los días y un ratito para escribir tus impresiones y verás como te va gustando más, al tiempo que disfrutas,
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No conocía esta novela. Me la dejo bien apuntada, que me parece que me puede gustar bastante.
ResponderEliminarBesotes y feliz año!!!
Estoy convencido de que vas a disfrutar mucho con su lectura, a mí me ha sorprendido gratamente,
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Siempre me han gustado las novelas en las que aprendía algo. Esta parece que ademaás de una trama solvente deja datos de interés.
ResponderEliminarY por cierto, habrá que ver esos jardines.
Besos
La novela tiene una secuencia de hechos muy bien llevada y amena de leer, y los jardines son uno de esos lugares escondidos en Madrid y por los que merece la pena perderse,
Eliminarbesucus
Tengo pendiente leer algo de esta autora tan apreciada y éste parece un libro fascinante, tomo buena nota de él.
ResponderEliminarGracias por la recomendación
Ya me contarás pero diría que te va a gustar bastante,
Eliminarbesucus
No me atrae mucho la época ni la autora, a decir verdad.
ResponderEliminarBesos,