Rhythm and Blues británico

A iniciativa del blog "Carmen y amig@s", donde se nos hace partícipes de una semana británica, he querido colaborar, aportando datos sobre una de mis pasiones, la música, e intentando desarrollar el título de esta entrada me he sumergido entre montones de documentación, para poder opinar sobre este tema.

Algo cambia en el Reino Unido a partir del año 1963; en las escuelas de arte se refugiaban los estudiantes más rebeldes y problemáticos que no encajaban en el tejido industrial que se les imponía, también resalta el hecho de su desapego a las listas de éxitos y su inclinación a nuevos sonidos que llegaban desde fuera, blues y jazz.

Hijos de la Segunda Guerra Mundial y temerosos de sufrir los daños de la bomba atómica, se decantan por vivir el presente, volviéndose inconformistas y cambiando su forma de vestir, de amar y en definitiva de sentir y disfrutar la vida que tienen por delante, rompiendo con los cánones impuestos por sus mayores (eso que conocemos como el puritanismo inglés).

Influenciados por la cultura "Beat", y su máximo exponente, "En el camino" de Jack Kerouac, su máxima preocupación es aprender en busca de su propia identidad. Para ello escuchan los discos que algunos privilegiados como Mick Jagger se hacían traer desde Chicago; sonidos de blues del sello Chess, con los que poder imitar a Chuck Berry, Bo Diddley, Ray Charles, Muddy Waters, Howlin´ Wolf o Sonny Boy Williamson.

Keith Richards recuerda sus años en la escuela de arte como una secta que amaba el blues y en la que todos los asistentes se empeñaban en participar, bien tocando un instrumento, bien cantando o solo disfrutando del placer de sentirse dentro de un grupo; conseguir un nuevo disco era un triunfo y si era de Chuck Berry una locura.

Mientras que unos se dedicaron a conservar un estilo más puro, como John Mayal, otros como los Rolling Stones abrieron su campo de visión a un público que les demandaba ritmo y novedades, y que se apartaban del espacio abierto  por los Beatles, porque les resultaba estancado y ñoño.

Paradójicamente, triunfaron en su tierra, mientras que sus ídolos de los Estados Unidos, se aferraban a la vida subsistiendo. Algunos como B.B. King, Muddy Waters o John Lee Hooker, consiguieron cruzar el charco y triunfar en toda Europa.

Y así pasaron los años, hasta 1966, en el que el "Rhythm and Blues británico", (cada vez más loco y eléctrico) diera paso a los que no se habían olvidado del estilo autentico del blues y empezaron una trayectoria de la que todavía seguimos disfrutando; había llegado el momento de Eric Clapton, Van Morrison, Steve Winwood o Jimmy Page, entre otros.

Había nacido el blues rock.