Argumento:
Queralt Bonmatí, una peregrina que está realizando el Camino de Santiago, denuncia ante la Guardia Civil a un hombre del que dice sentirse acosada y perseguida; semanas después aparece muerta a su paso por la provincia de Lugo.
Bevilacqua, que se encuentra visitando a su hijo en Lanzarote, deja en manos de la brigada Chamorro el inicio de una investigación para la que ha tenido que viajar desde Barcelona; una orden que viene desde muy arriba y que les hace pensar que hay algo importante detrás del asesinato.
Opinión:
Desde el principio de este nuevo caso, cuando ya se han puesto sobre la mesa los pormenores de lo sucedido con la víctima, el relato en general tiende a mostrar pinceladas de la vida personal del subteniente Rubén Bevilacqua, así como recuerdos de su paso por el País Vasco, donde tuvo su primer destino en la Guardia Civil, o en Barcelona durante los Juegos Olímpicos, ciudad que fue testigo de algunos romances fallidos y varias decepciones profesionales; en ambos lugares se había dedicado a la investigación de la lucha antiterrorista. Datos que me imagino ya conocerán aquellos que han seguido esta serie, que ya cuenta con doce episodios anteriores, y que, según palabras del autor, son un resumen de las andanzas del personaje en los últimos veinticinco años.
Cuando el caso avanza, Bevilacqua y la agente Virginia Chamorro se encuentran metidos de lleno en medio del revuelo mediático y político que ha causado el independentismo catalán, unas pretensiones en las que participa el padre de la fallecida, quien había mantenido frecuentes desencuentros con su hija. A partir de aquí nos movemos en una investigación que discurre entre la hipótesis de la violación de un depredador sexual, de las tantas que ocurren en el Camino de Santiago, y un conflicto donde la causa podría ir más allá de la política. Planteamientos que se acercan al género negro y con los que la narración ha logrado que me mantenga atento, acumulando una información que me ha servido para llevarme varias novelas en una, haciendo que me interese por casos anteriores aún sin leer.
Investigación, algunos apuntes de la historia reciente de España y de la Guardia Civil, política centrada en los días previos a la sentencia del procés en Cataluña, y crimen organizado, se alternan en esta novela sin descanso pero con las debidas pausas. Una narrativa que me ha gustado por la calma que transmite Lorenzo Silva, ese irse en sus pensamientos para contar otras cosas que parecen en un principio no venir a cuento pero que ayudan a entender momentos puntales de esta trama.
Guiños que suenan a despedida y que espero solo sean una invitación a no perdernos los próximos encuentros con la serie Bevilacqua.
Tengo varios libros de este autor y aún no le ha tocado turno, la verdad que tengo ganas de conocer a Bevilacqua, tengo que ponerle remedio, gracias por la reseña
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