lunes, 18 de mayo de 2020

La hora de las sombras - Johan Theorin (2010)

La hora de las sombras - Johan Theorin (2010)
Sinopsis

Amanece nublado en la isla sueca de Öland. El pequeño Jens Davidsson, un niño de seis años que veranea en la isla, desaparece entre la niebla sin dejar ni rastro.

Veinte años más tarde, el abuelo de Jens, Gerlof Davidsson, viejo marinero jubilado en Öland, recibe un paquete que contiene una pista del niño. El abuelo llama a su hija y madre del pequeño, Julia, que vive sumida en el dolor desde la pérdida de Jens. Julia regresa a la isla dispuesta a averiguar qué pasó con su hijo. Durante la investigación, oye hablar de Nils Kant, un siniestro y temido delincuente de Öland que supuestamente murió pero que algunos juran haber visto en el lapiaz al caer la noche. Poco a poco, lo que parece una idílica isla comienza a revelarse como un lugar misterioso y desapacible… y Julia se encuentra sumergida en una desaparición sin resolver que despertará los fantasmas del pasado e incomodará a muchos. 

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Tras un escalofriante principio en el que el supuesto asesino, Nils Kants, encuentra perdido bajo una espesa niebla al niño Jens Davidsson, este le coge de la mano y acto seguido desaparecen; da comienzo una trama donde las leyendas que se han contado en Suecia al caer la noche durante siglos, bien podrían ser sucesos reales que el tiempo ha querido transformar en cuentos nocturnos, relatos que siempre han sido un bálsamo para hacerse un ovillo, cubrirse con la manta e intentar dormir, si se puede.

Gerlof y Julia, abuelo y madre del niño, son los principales protagonistas de esta primera entrega de la serie El cuarteto de Öland, ambientada en las cuatro estaciones del año; esta se desarrolla durante el otoño. Ambos, que nunca han dejado de buscar a Jens, con la esperanza de encontrarle vivo en cualquier lugar del mundo o con la triste certeza de hallar sus restos sepultados, se aferran a la esperanza cunando han de enfrentarse a una nueva pista al recibir una de las sandalias que llevaba puestas la mañana que desapareció.

La investigación que inician dispone de la mejor herramienta posible, comunicarse con la gente y escuchar sus historias, como se hacía en épocas pasadas. Por lo que en el terreno narrativo predominan las conversaciones, dirigidas siempre por el talante tranquilo de Gerlof y una capacidad posterior para analizarlo todo y no dejarse llevar por los primeros impulsos; todo lo contrario que Julia, a quien su necesidad de saber, la incertidumbre de tantos años y su soledad combatida con el alcohol, le hacen ser más visceral y, a veces, pecar de ingenua.

La historia que nos narra el autor sobre el complicado pasado de Nils Kants, sirve para construir el perfil de un hombre con el que no querríamos cruzarnos; tampoco, con muchos de los personajes con los que comparte sus vivencias. Todos sospechan que él haya podido regresar, lo que hace crecer el número de relatos, al mismo tiempo que se establecen todo tipo de especulaciones acerca de los crímenes que han vuelto a la zona.

Las sensaciones que el lector se va encontrando a medida que avanza en la lectura tienen mucho que ver con los escenarios donde se suceden, principalmente en las cercanías de un lapiaz, rodeado de casas diseminadas y con pocos vecinos; un lugar propicio para que la hora de los cuentos, la hora de las sombras, sea temida y deseada por todos.

Una trama cuyo género se acerca más al misterio que a la novela negra, alejada de los tópicos de la literatura escandinava aunque en ella habiten niños, crímenes y mucho frío. A ella se le unen una serie de venganzas que van surgiendo de forma paralela y que confluyen en un desenlace al que se llega con mucha calma; la misma que transmite el personaje de Gerlof, como si se hubiese fusionado con el paisaje.

Os la recomiendo, yo ya he puesto en busca y captura el resto de la serie.
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2 comentarios :

  1. Lo leí en su momento y lo disfruté mucho, pero no me he puesto con los siguientes aún. Ays, es que son tantos pendientes...
    Besotes!!!

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  2. En su momento me llamó la atención, y ahí sigue, diez años después, apuntado en la lista de pendientes... Muchos besos.

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