lunes, 26 de marzo de 2018

Esclavos del honor - Raúl Borrás San León (2017)

Esclavos del honor - Raúl Borrás San León (2017)

Título: Esclavos del honor
Título Original: (Esclavos del honor, 2017)
Autor: Raúl Borrás San León
Editorial: Ediciones B
Colección: Histórica

Copyright:
© Raúl Borrás San León, 2017
© Plano de la Iglesia de Baler: Rafael Galván Díaz
© Sipan Barcelona Network S.L., 2017
Ilustraciones: Sepia
Edición: 1ª Edición: Octubre 2017
ISBN: 9788466662314
Tapa: Dura
Etiquetas: novela, histórica, ficción histórica, aventuras, ejército, militares, ejército español, España, historia de España, Filipinas, asedios, siglo XIX, crítica política, epidemia, aislamiento, honor y honra, supervivientes, batallas, hambre, ejército filipino, militar, literatura española
Nº de páginas: 722


Argumento:

A finales del siglo XIX y después de trescientos once días de asedio, el teniente Martín Cerezo sigue narrando la defensa de su posición. Una iglesia es lo único que aguanta en pie del pueblo de Baler, una isla filipina de Luzón. Sus hombres son la mitad de los que empezaron, pero todos han jurado no entregar la plaza hasta que llegue un destacamento de relevo o tengan noticias de que la guerra ha terminado.

La aventura se vuelve épica y los soldados se convierten en héroes defendiendo su bandera, la última que ondea en Filipinas desde hace meses sin dar tregua a un enemigo tan persistente como incapaz.



Opinión:

Todo está concebido en esta novela para que el lector sea uno más de los Soldados del Segundo Batallón de Cazadores que asume con ilusión el nuevo destino. Dos meses que pasarán rápido atentos a las maniobras de los indios filipinos y defendiendo un pueblo donde sus habitantes se sienten protegidos por los españoles. Pero la realidad que se encuentran es muy diferente. Un pequeño grupo se rebela y poco a poco convence al resto para abandonar el pueblo de Baler. A partir de ahí comienza la verdadera aventura para el destacamento que tendrá que sobrevivir durante casi un año, sufrir enfermedades, epidemias, hambre y el acoso continuo del ejército filipino.

El clima de convivencia está transmitido por el autor de manera que pronto nos contagiamos de todas las penalidades que los personajes tienen que vivir, llegando a hermanarnos con ellos, afrontar su disciplina militar y dar gracias porque todo sea un episodio que no nos ha tocado padecer. La angustia por el encierro se va haciendo más insoportable a medida que avanzan los días, el asedio es constante y salvo alguna tregua el tiempo no transcurre: hasta el calor, la humedad y las lluvias torrenciales que llegan sin avisar, lo sentimos sobre nosotros.

El documento histórico nos transmite los hechos a través de la voz narrativa del teniente Martín Cerezo que ha tenido que asumir el mando tras la muerte del capitán De Las Morenas. Fiel a su legado ha jurado no abandonar el pueblo hasta que no llegue su reemplazo o la certeza de que la guerra ha llegado a su fin. Éste es quizás el eje de toda la obra y de aquellos días; una notificación que no llega y que cuando lo hace la miran con recelo, pues nadie puede creer que el ejército español haya podido perder la guerra con Filipinas y que los soldados de otros acuartelamientos estén navegando de regreso a tierras españolas. Podríamos hablar de cabezonería, pero quienes lean esta novela verán en ella el compromiso de los soldados de infantería en la defensa de su bandera hasta las últimas consecuencias.

Además del testimonio del teniente, donde nos da cuenta del día a día y de como se las iban arreglando ante las dificultades, se unen los soldados con sus diálogos, con los que nos dan a conocer los pormenores de emboscadas, asaltos y batallas. También, de los recuerdos de su procedencia, los distintos motivos por los que se alistaron y el futuro que les espera. El ambiente de camaradería es esencial para el transcurso de esta locura que se traducirá en epopeya, pero no falta quienes no están de acuerdo con dejarse matar y desertan uniéndose al enemigo.

Novicio Luna es el personaje que encabeza la revuelta y que una y otra vez se dará de bruces contra los soldados que defienden la iglesia de San Luis de Baler. Sus distintas estrategias sólo servirán para que los supervivientes del destacamento hagan prácticas de tiro y se olviden del hambre, del aburrimiento y de las enfermedades que tienen que sortear.

Desde España llegan noticias de cómo se vivieron aquellos últimos días y el caso omiso que hicieron de un destacamento aislado que no se había enterado del final de la guerra y ajenos a la contienda contra Estados Unidos. Los movimientos políticos, en tiempos de la alternancia en el Gobierno de Cánovas y Sagasta durante la regencia de la reina María Cristina, madre de Alfonso XIII, nos dan una idea de lo chapuceros que fueron algunos de nuestros dirigentes, más preocupados por el poder y el dinero que en asumir las desgracias de quienes se estaban dejando la vida por su país.

Raúl Borrás San León nos introduce en un momento histórico narrado como una novela de aventuras, aportando su granito de arena en un periodo poco explotado en la literatura. Su lectura alterna los diálogos con las reflexiones de un diario y también tiene episodios divertidos, tanto por las anécdotas de los soldados como por algunas de las escaramuzas del enemigo. Entre ellos nos encontramos con un guiño al autor Sebastián Roa convertido en sargento de artillería.

Las críticas a las ambiciones del clero peninsular, a los políticos y militares que desprecian la realidad y a los españoles conformistas con el pan y toros, completan una novela que, además de mostrarnos un suceso tan increíble como cierto, nos habla del honor y de la labor de un periodista que se empeñó en dar a conocer la situación de los hombres de Baler y buscó con insistencia una solución para ellos.

Una novela que os recomiendo para que conozcáis a aquellos hombres que pasaron a la historia como los últimos de Filipinas y que pusieron punto y final al sueño imperial.

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