La estirpe de Caín - Enrique G. Paton (2014)

Sinopsis

En 1376 un ejército de un millar de hombres de armas fue contratado por Luis de Evreux, hermano del rey Carlos II de Navarra, para la conquista de los territorios heredados por su nueva esposa, Juana de Sicilia, en Albania. Tras el asalto y el asesinato de aquel en oscuras circunstancias, una parte de este ejército irrumpió en Grecia convirtiéndose así en la temida Compañía navarra. A pesar de ser sólo un puñado de hombres hicieron la guerra, conquistaron territorios y dirigieron estados, viviendo su momento culminante cuando uno de sus capitanes llegó a proclamarse príncipe de Acaya. Inmersa en la mayor crisis que había padecido desde la caída del Imperio romano, Europa ve como tras la peste negra tienen lugar una serie de cambios drásticos: el orden social se ve trastocado, llegan las primeras revoluciones, la Iglesia se ve sumida en el cisma y la Guerra de los cien años enfrenta a toda la cristiandad mientras la amenaza turca avanza inexorable.

En este clima de caos se viven los estertores de la caballería, el declive de la nobleza y del poder de la Iglesia, el auge de la burguesía y de los ejércitos profesionales y el nacimiento de los primeros estados modernos y del pensamiento renacentista. Tal y como se desarrollan los acontecimientos, el Islám parece a punto de ganar la partida: la batalla por la llave de Europa va a desarrollarse en los Balcanes y Grecia.

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El argumento de esta novela me pareció de lo más atractivo tanto por lo desconocido de la Compañía Navarra y sus conquistas, como por el punto de inflexión que suponen los acontecimientos en la historia y que marcaron un antes y un después en las relaciones de los estados europeos, así como la nueva percepción de los poderes religiosos.

Una vez metido en su lectura, el grado de intriga, acompañado de buenas dosis de aventuras, me ha mantenido atento a una maravillosa clase, no sólo de historia sino también de política, religión y geografía. Pues ya es de todos sabido lo inquietos que andaban siempre nuestros reyes por adueñarse de cuanto estuviese lo más lejos posible y para ello no escatimaban en el envío de militares y gentes de mal vivir que siempre terminaban liándola. Eso sí, de dinero muchas promesas, muchas deudas, pero poco sonido.

Alejo de Viana es el encargado de realizar la narración de estos episodios, que recorren, junto a todo lo dicho, todas las armas que un género como este se merece: persecución de herejes, la peste desolando pueblos de medio mundo, la avaricia de nobles o campesinos, asedios y batallas que cambiaban de dueño cualquier trozo de tierra; y como era habitual en la época, un sinfín de pactos que hacían variar la suerte con la misma rapidez para todos.

Alejo, apresado en un castillo y acusado de herejía, construye este relato a partir de unos recuerdos que con paciencia va completando en un manuscrito por encargo del consejero del rey Carlos III, Fray García de Eugui, con especial interés en averiguar quién se oculta detrás de la figura de San Superano, a quien se atribuyen hechos del nuevo Mesías, y descubrir el rastro de diferentes reliquias, como la cabeza de San Jorge o astillas de la cruz de Cristo, con las que turcos y venecianos han estado comerciando.

Las primeras páginas nos dan una muestra del estilo que nos seguiremos encontrando en toda la novela, que aparte de una fluida comunicación y una más que amena trama, nos dibuja por medio de los diálogos a los distintos personajes que van interviniendo, y de una manera más notable a Alejo, con el que podremos sorprendernos por su locuacidad y su ironía, sin importarle tener al otro lado a la reina Leonor de Castilla o a sus verdugos, y dando muestras de su tranquilidad en el juicio que le condena.

La historia que nos cuenta, arranca desde su pueblo en Navarra, y desde un monasterio donde le educan hasta La Romanía, dode acompañará a su hermano Pedro en un largo recorrido de aventuras que se suceden, enfrentándose a todo tipo de enemigos y en las que cabe incluir a los tres Papas que se disputaban el trono de la Iglesia, Clemente VII, Benedicto XIII de Avignon y Urbano VI, los cuales excomulgaron por partes iguales a todos los que no les reconocían poniendo en jaque a la religión católica en beneficio del Islam.

"La Romanía es el campo de batalla donde se dirime el eterno choque entre Oriente y occidente que comenzó cuando, hace mucho tiempo, un rey del gran imperio persa quiso doblegar a un pueblo insignificante pequeño y dividido como eran los griegos, y se encontró con una humillante derrota en las playas de Maratón".

Acompañado de grandes personajes, el autor logra captar el interés tanto en las batallas de Atenas, Rodas, Tebas o Corintio, como en la búsqueda de las reliquias, en las que unos y otros tienen la creencia de alcanzar la gloria y la magia para ser invencibles. Su pasión por el estudio de la historia y la afición por viajar se ven reflejados en ésta su primera novela, donde demuestra una gran labor de documentación y una madurada vocación para crear su trama. 

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