Es la obra más ambiciosa y extensa de Eduardo Mendoza. Entre las dos Exposiciones Universales celebradas en Barcelona (1888 y 1929) la ascensión de Onofre Bouvila, repartidor de folletos de propaganda anarquista y vendedor ambulante de crecepelo, hasta la cima de un poderío a la vez delictivo y financiero, sobre el telón de fondo o forillo abigarrado de una ciudad pintoresca, tumultuosa y a partes iguales real y ficticia, nos propone un nuevo y singularísimo avatar de la novela picaresca y un brillante carrusel imaginativo, que convoca, con los mitos y fastos locales, a figuras como Rasputín, los Zares, la emperatriz Sissí o Mata Hari, a modo de ornamentación lateral de una fantasía satírica y lúdica cuyo sólido soporte realista inicial no excluye la fabulación libérrima. De constante amenidad e inventiva, "La ciudad de los prodigios" es la culminación de la narrativa de Eduardo Mendoza y uno de los títulos más personales y atractivos de la novela española contemporánea.
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Onofre Bouvila es el eje principal de esta novela, que de principio a fin va narrando la vida del joven campesino que llega a Barcelona en busca de trabajo y de una independencia que no había disfrutado durante su vida.
Impulsado en parte por los prodigios que escuchó en Bassora, único lugar que había conocido aparte de su valle, se encuentra ante sus ojos con multitud de posibilidades para que su modesta vida pase a estar llena de sensaciones y placeres que solo el poder y el dinero pueden darle.
Impulsado en parte por los prodigios que escuchó en Bassora, único lugar que había conocido aparte de su valle, se encuentra ante sus ojos con multitud de posibilidades para que su modesta vida pase a estar llena de sensaciones y placeres que solo el poder y el dinero pueden darle.
En su búsqueda de trabajo va descubriendo los rincones imaginados de la ciudad y descubre cuan diferente son de como se lo habían contado, una población enferma y empobrecida, y pocos puestos donde poder comenzar su aventura. Sin dinero y a punto de tener que abandonar el cuarto donde se alberga, Delfina, la hija del dueño de la pensión, le hace una proposición y gracias a ella se adentra en mundos desconocidos de los que pronto aprenderá y sacará beneficio.
Sus primeros días como agitador de propaganda anarquista le sirven para conocer todo el potencial que existe entre la clase trabajadora, entre los más pobres y también entre los que manejan los hilos de la sociedad. Sin nada que perder consigue ganar el dinero suficiente para emprender nuevos negocios, o mejor dicho nuevas artimañas con las que ganar poder y posición. Y aunque a los ojos de los prohombres siempre será un intruso, el tiempo le convertirá en centro de atención de aquellos que quieren acometer nuevas empresas.
"Era el año 1887, otro siglo, ahí es nada: Barcelona era un pueblo, no había luz eléctrica ni tranvías ni teléfonos; era la época de la Exposición Universal".
Onofre llega a Barcelona cuando la ciudad cuenta con pocos habitantes y todos vivían, en contra de lo que siempre se ha dicho, mirando al mar, donde siempre han enfocado sus negocios. De esta población hacinada sabe aprovecharse y se convierte en uno de los mejores oportunistas de la época, sabiendo adaptarse y reconvertirse en lo que haga falta, su única meta radica en ser más listo que los demás, sin importarle políticos o competencia.
A través del espacio que transcurre entre las dos Exposiciones Universales de Barcelona, acudiremos a la transformación de sus calles, sus paseos y sus barrios periféricos que se integrarán en el núcleo urbano, en parte gracias al plan Cerdá, que impuesto desde Madrid reformará y ensanchará la ciudad, dando pie a que especuladores como Onofre se enriquezcan al saber adelantarse a la expansión urbanística.
La imaginación del autor da una personalidad completa al protagonista, así como a todos los que le rodean y forman parte de esta novela, pudiendo dibujar con exactitud los rostros, andares y maneras de vestir de todos ellos, al igual que percibir el olor, las estrecheces o las dependencias donde transcurren las escenas; y aunque alguna vez pudieran ser excesivas las descripciones o los datos, dan una amplia visión de la Barcelona que llena de prodigios nos ha sabido relatar.
La imaginación del autor da una personalidad completa al protagonista, así como a todos los que le rodean y forman parte de esta novela, pudiendo dibujar con exactitud los rostros, andares y maneras de vestir de todos ellos, al igual que percibir el olor, las estrecheces o las dependencias donde transcurren las escenas; y aunque alguna vez pudieran ser excesivas las descripciones o los datos, dan una amplia visión de la Barcelona que llena de prodigios nos ha sabido relatar.
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La tengo prevista para el reto de 25 autores españoles. Después de leer tu reseña se ha ganado la titularidad en el equipo del reto.
ResponderEliminarUn saludo.
La disfruté hace años ya. Y no descarto hacer una relectura porque quedé encantada de esta obra.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues es de los pocos libros de Mendoza que no he leído y aunque haya un exceso de datos y de descripciones, como admiro tanto a este escritor, tengo que leerlo algún día. Un beso.
ResponderEliminarMe llama mucho aunque como del autor no he leído nada y tengo algunos en casa empezaré por ellos, peroe ste me lo anoto.
ResponderEliminarUn beso!
Mendoza.. ¿¿qué voy a hacer con Mendoza?? Tengo que leer algo más de él.. Leí en su día El misterio de la cripta embrujada y no me terminó de convencer. Gracias por recordarme que tengo que darle otra oportunidad. Besos.
ResponderEliminarTengo apuntadisimo a este escritor desde que lei hace poco la aventura en el tocador de señoras y me ha gustado mucho la reseña que has hecho de este, un beso.
ResponderEliminarHola :)
ResponderEliminarSoy nuevo. Es un escritor queme gusta mucho. recuerdo aún el primer libro suyo que leí. el misterio de la cripta embrujada. este que nos traes aún no lo he leído así que para la lista. Saludos
Voy a escribir un sacrilegio, pero es lo que pienso: es la novela de Mendoza que menos me ha gustado (incluso que el Planeta). Creo que cuando lo leí no era su momento y tendré que darle una nueva oportunidad algún día.
ResponderEliminarMuy buena tu reseña.
Besindios.
Este año me he propuesto leer algo más a Mendoza. Pero la verdad es que este libro no está en mi lista.
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarTienes un premio en mi blog.
Pásate a recogerlo cuando puedas.
Besindios.