La abuela Lola - Cecilia Samartin (2012)

Sinopsis

Sebastian sueña con ser un niño igual que los demás, con ser capaz de correr como el viento en el campo de fútbol, chutar la pelota de tal manera que dibuje una perfecta parábola y marcar un gol. Pero su corazón tiene un defecto desde que nació, lo que significa que no puede cumplir sus deseos. No obstante, Sebastian ha logrado encontrar su lugar en el mundo gracias a su excéntrica abuela Lola y al amor que esta siente por la cocina. Ambos preparan juntos riquísimos y exóticos platos puertorriqueños, el país de origen de su abuela. La complicidad que crece entre ambos (un niño enfermo y una anciana) se convierte pronto en un fuerte vínculo que logra unir de nuevo a una familia desestructurada, pues, como siempre dice Lola, «una comida preparada con amor no solo alimenta el cuerpo, sino también el alma».

Esta es la historia mágica de un niño que aprendió a bailar con la muerte y de cómo las pequeñas victorias de una familia pueden servir para reconstruir corazones heridos de muy diversas maneras. La abuela Lola nos enseña que la diferencia entre la alegría y la tristeza a veces pende simplemente de un hilo frágil, casi invisible. Una historia conmovedora que te emocionará.

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Todo está cuidado en esta novela, desde los dos protagonistas principales hasta los secundarios, que aportan sentido al mundo de Lola y su nieto Sebastian. Aunque creo, que el verdadero eje está en la facilidad con la que se manejan en la cocina, en la que no solo preparan maravillosos platos, sino que además hacen que sus sentidos se transformen en sentimientos, y que estos lleguen hasta los comensales.

Nadie dice "no" a un plato de comida, todos son bienvenidos a la mesa; los sentidos, los recuerdos y las historias, aparecen con cada nueva receta, haciendo que las preocupaciones de cada uno se olviden, incluso se solucionen, gracias al clima que respiran entre todos.

Y Sebastian, el más pequeño, es a la vez el más sensato, el que logra que cada una de sus decisiones y cada una de sus palabras, sean digeridas por los mayores, haciéndoles ver que a grandes problemas, soluciones sencillas y, que no hay nada que no se solucione hablando, cediendo y disfrutando de una buena mesa en familia (en el sentido más amplio de la palabra).

Otra parte de la novela que me parece muy acertada, es el recetario final, en el que se reproduce, junto con el diálogo o narración en el que se hablaba de la receta, la receta misma con sus ingredientes y el modo de elaboración; dan ganas en muchos de los capítulos, dejar la lectura, abrir el recetario y ponerse a cocinar.

Recomiendo esta lectura de sueños cumplidos.

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Lectura conjunta organizada por Laky del blog "Libros que hay que leer"