Santiago es un empleado de pompas fúnebres, separado, que a sus cuarenta años sólo tiene un coche con dos airbags y una familia que le considera un fracasado irrecuperable. A punto de pasar las vacaciones con su hija adolescente, el único aliciente que agita su vida tiene un carácter sobrenatural y tremebundo: su padre, que lleva un par de años muerto, ha empezado a chatearse con él por Internet. Con esa carga inusual como equipaje, iniciará un viaje donde todo lo que le va a ocurrir tendrá un aire surreal, pero también un ámbito grotesco o fatídico: su hija no tardará en separarse de él, para arrojarse en brazos de su familia política, siete cuñadas hijas de un dentista del Opus Dei, cuyo glamour y prosperidad no tienen nada que ver con las de su padre. Empeñado en recuperarla, apoyado por una hermana histérica que le revelará un secreto terrible, Santiago rodará por los escenarios de un macrofestival pop, acabará despedido de su trabajo y conocerá a personajes de dudosa catadura moral, como Pavesi, un gordo siniestro que ejerce de contable en un puticlub.
El mundo de Santiago acabará trufado de encuentros risibles y peligrosos, pero también le permitirá entrar en contacto con dos mujeres que iluminarán su patética existencia. Mientras tanto, las conversaciones cibernéticas con su padre irán adquiriendo un cariz cada vez más delirante y profundo, hasta convertirse en una especie de diálogo sobre las miserias de la naturaleza humana. Extraviado en un lugar que abomina, atestado de turistas adocenados, Santiago tratará de encontrar en su pasado algún rastro de dignidad, aunque simultáneamente, y casi sin advertirlo, acabará metiendo sus narices (que serán diana de puños ajenos) en un sórdido club, dedicado a robar incunables, traficar con pistolas y a la trata de blancas. En ese viaje lunático-existencial, narrado desde la melancolía y el sarcasmo más furibundo, Santiago acabará por encontrar un lugar que tal vez sólo exista en su imaginación y que, paradójicamente, le redimirá de tanta mediocridad y violencia: la playa de los suicidas.
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Santiago es el tipo de persona a la que admiramos por ese espíritu alegre y decidido (de echao palante), que tiene.
A su vez es el solitario que añoramos, con las ideas claras y, una determinación que a todos nos parece simpática y envidiable.
Pero Santiago también tiene sus problemas, como todos, pequeños e insignificantes para algunos, pero grandes problemas para él.
De un lado está su padre, que se le aparece en conversaciones mediante el chat, y que no son otra cosa que su propio yo en otra dimensión. Gracias a estas charlas llegamos a conocerle en profundidad, como también a sus temores y a todas las preguntas sin respuesta que le han acompañado durante tantos años.
Por el otro a su hija, a la que intenta conocer y acercarse con la excusa de un viaje; "el viaje del idiota". Pero su hija tiene otros planes, más acordes con su juventud y con las ideas que su madre, y la familia de esta, le han inculcado; por lo que Santiago se ve en medio de un viaje, en el que le van sucediendo topo tipo de situaciones, que él no provoca; parece atraer a toda la fauna, de un mundo que no sospechaba que existiese.
Los personajes de esta fauna, son de lo más variopinto, personas amables, que le dan conversación, fiesta e incluso sexo, pero el gran problema de Santiago todavía está por llegar, porque lo narrado hasta ahora, es el verdadero inicio de sus verdaderos problemas, pues no sabe decir "no" y según transcurre su viaje, se ve inmerso en una aventura de la que tampoco sabe salir, y en la que conscientemente se involucra.
Una novela cercana, que a mí en particular me ha hecho sonreír, a ratos identificarme y, una vez terminada, hacerme varias preguntas.
Los personajes de esta fauna, son de lo más variopinto, personas amables, que le dan conversación, fiesta e incluso sexo, pero el gran problema de Santiago todavía está por llegar, porque lo narrado hasta ahora, es el verdadero inicio de sus verdaderos problemas, pues no sabe decir "no" y según transcurre su viaje, se ve inmerso en una aventura de la que tampoco sabe salir, y en la que conscientemente se involucra.
Una novela cercana, que a mí en particular me ha hecho sonreír, a ratos identificarme y, una vez terminada, hacerme varias preguntas.
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Lectura conjunta organizada por Mari Carmen del blog "Adictos a los libros"
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Parece muy interesante. Estoy deseando que me llegue para empezar a leerla. Gracias por tu reseña.
ResponderEliminarSAludos
Me alegro de que te haya gustado
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con tu exposición sobre el libro, Porlomenix. El martes colgaré mi reseña. Saludos.
ResponderEliminarA mí también me gustó mucho. Me resultó una lectura diferente y entretenida .
ResponderEliminarUna cosita, la organizadora es Mari Carmen, no yo, ja, ja.
Besos
gracias Laky, hay horas del día que no son buenas para escribir reseñas,
Eliminarbesucus