Título: El cementerio de las hespérides
Título Original: (The Graveyard of the Hesperides, 2016)
Autor: Lindsey Davis
Editorial: Ediciones B
Colección: Histórica, B Histórica
Copyright:
© Lindsey Davis, 2016
© Ediciones B, S.A., 2017
Traducción: Gema Moral Bartolomé
Ilustraciones: B/N
Edición: 1ª Edición: Junio 2017
ISBN: 9788466661256
Tapa: Dura
Etiquetas: antigua Roma, Roma clásica, Roma, aventuras, humor, asesinatos, detectives, ficción histórica, policiaca, histórica, literatura inglesa, novela, prostitución, sagas, suspense, siglo I, suburbios, artesanos
Nº de páginas: 465
Argumento:
Todos sabían que en aquella taberna de los suburbios de Roma se encontraba el cadáver enterrado de una mujer desde hacía mucho tiempo. La leyenda, que había pasado de unos a otros, se había convertido en el tema de conversación para todo aquel que acudía por primera vez. Una historia que se iba ampliando sin que se supiese a ciencia cierta ni su veracidad ni el nombre de la joven a la que todos llamaban Rufia.
Cuando el dueño precisa de unos trabajos de albañilería para modernizar su establecimiento aparecen los primeros huesos. El contratista, amante de la investigadora Flavia Albia y magistrado de Roma inicia junto a ella una investigación que removerá el pasado.
Las calles de Roma y sus vecinos se encuentran al margen de la ley.
Opinión:
En la Dramatis Personae con la que da comienzo la novela, el lector ya intuye que esta trama va a ser divertida, las descripciones de cada uno de los personajes que enumera hacen pensar que la investigación se va a producir entre gente chiflada y pintoresca; según avanza la trama, y van apareciendo en escena, uno se da cuenta de que realmente no tienen desperdicio. El dibujo que a su vez hace la autora del ambiente de las tabernas de los suburbios, donde abundan la suciedad y la prostitución encubierta, va pintando de manera clara el escenario que quiere representar.
La relación existente entre el magistrado Tiberio Manlio Fausto y Flavia Albia también está presente en muchos momentos del relato, el empeño de éste por convertirse en contratista sin apenas saber nada del negocio y los preparativos de su boda, donde involucra a las hermanas de Flavia y al resto de la familia, nos regala algunos diálogos desenfadados que son acordes al contexto general de la novela.
Lindsey Davis nos lo vuelve a poner fácil y nos va introduciendo en el mundo romano, esta vez a través de los interrogatorios, con los que entre unos y otros crean una historia que tendremos que descubrir si es real o sólo el intento de mucha gente implicada para desviar la atención sobre otras cuestiones prohibidas.
El hecho de estar a seis días del enlace matrimonial acelera el ritmo de todo lo que acontece: en la obra comenzada en la taberna el Jardín de las Hespérides se le siguen sumando las complicaciones, robos, peleas y nuevos cadáveres descubiertos tras el examen forense de los huesos la convierten en el punto central de atención; los preparativos de la boda que son un ir y venir a sitios que parece que no tienen importancia pero que a la larga resultan fundamentales para la investigación; y Flavia, que aprovecha cualquier ocasión para hacer preguntas, conocer a gente que le habla de más gente, a la que también acude en busca de pistas.
En algún momento puede parecer un número desproporcionado de personajes pero está claro que todos aportan algún dato que es útil, aunque jueguen al despiste, tanto que da la sensación de que la supuesta muerta va a aparecer en cualquier esquina y la protagonista va a despertar de un sueño. Un enredo bien ideado y del que es difícil separarse por mucho tiempo, la intriga por descubrir que pasó nos la contagia Flavia constantemente, sobre todo cuando un pequeño detalle cambia la dirección de lo investigado y hay que empezar de nuevo, mirando huesos, reconstruyendo escenarios y apuntando a nuevos implicados que anteriormente habíamos descartado.
Sin dejar de ser divertida, la novela se podría encuadrar dentro del suspense histórico propiciado por el trabajo que desarrolla la detective Flavia Albia. Una nueva entrega de sus aventuras con las que va aportando su visión particular de Roma, plagada de personajes anónimos y cotidianos que fueron el verdadero motor de la ciudad: el gremio de artesanos, los marmolistas, los matarifes, que también se dedicaban a leer en las vísceras de los animales, los mercaderes griegos, las prostitutas que trabajaban a su antojo dentro de las tabernas y que componían un ejército de mujeres bien organizadas, o los aficionados al alcohol, al juego y a la extorsión.
El método de Flavia Albia en su labor como detective recuerda al empleado por los grandes personajes de la literatura inglesa donde un pequeño e insignificante detalle se convertía en el mejor aliado para resolver un caso. Lindsey Davis mejora aquella narrativa al dotarla de humor y de un gran conocimiento histórico de la época romana.
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No recordaba a este personaje, pero me gusta lo que cuentas. Creo que nunca viene mal conocer un poco más de ese mundo oscuro que tanta fama tiene de italia. Investigaré más sobre esta Flavia.
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