Sinopsis
Año 1558. El capitán flamenco Bertrand de Brugge es el oficial al mando de la seguridad de Carlos V en su retiro de Yuste. El gobernante más poderoso del mundo, agobiado por sus achaques y cansado de guerrear, ha renunciado a todos sus poderes y vive sus últimos días en el monasterio jerónimo. Sin embargo la paz imperial pronto se verá alterada. Dos luteranos de Valladolid ―porque hasta en Castilla, el corazón del Imperio, ha prendido el cisma protestante― intentarán por todos los medios acabar con la vida de Carlos V.
Ésta es la trama de una novela de cuidada ambientación que recorre con intriga escenarios que van desde Extremadura a Brujas. La Inquisición, a través de un extraño personaje, persigue con saña a los herejes y De Brugge, antiguo tercio de Flandes que recuerda su glorioso pasado en victoriosas batallas, deberá sortear todo tipo de obstáculos para impedir que el magnicidio tenga lugar.
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"Aspira a escribir y a divertirse haciéndolo".
Con esta frase que figura en la solapa, la experiencia que tuve con la lectura de "La tribu maldita" y las críticas aparecidas durante estos años, estaba convencido de que esta novela me iba a deparar mucho entretenimiento y una buena fuente de información. Y así ha sido, pues además del gran trabajo realizado en documentación histórica, la trama es de lo más suculenta para los que buscamos intriga y mucha acción, una narrativa acorde con los tiempos y el reflejo de que Víctor Fernández Correas se lo tuvo que pasar en grande mientras le daba forma a enclaves, fechas y personajes.
La Inquisición está presente desde el inicio de la novela con las torturas y tormentos realizados a Rodrigo Cifuentes, un seguidor del luteranismo protestante que ha surgido con fuerza en Valladolid. El entorno de Carlos V, bajo sus órdenes, persigue hasta los últimos rincones la plaga que tanto trabajo y dolores de cabeza le dio en Flandes. Los crueles personajes que representan al Santo Oficio tienen un peso específico en la trama y nos sobresaltan en cada aparición; con ellos están asegurados los momentos de mayor intriga y tensión, sobre todo cuando de escapar de ellos se trata.
Rodrigo Cifuentes y el joven Martín Sanjuán son los dos personajes que nos introducirán en el luteranismo que iba expandiéndose por tierras de Castilla y un entramado en el que se incluían reuniones secretas y el contrabando de libros heréticos. Una amenaza constante para la Inquisición y el emperador Carlos V, para el que la cuestión religiosa siempre fue una de sus más importantes preocupaciones.
Carlos V se nos muestra cansado y abatido después de cuarenta años como emperador, aquejado de gota debido a su glotonería y esquivando a su médico personal pasa las horas preocupándose del fin de su reinado y el futuro que dejará a sus herederos. Nunca dejó de tener frentes abiertos de los que ocuparse y ha llegado el momento de su retiro en espera de su muerte.
El Monasterio de Yuste es el lugar elegido y a donde van dirigidas las miradas de la conspiración que nos mantendrá ocupados, tanto a nosotros como al rey y su séquito que verán fantasmas en todas direcciones sin saber muy bien cual será la que se lleve el gato al agua; es natural que no se tratase solamente de una y de que fueran muchas personas, con sus causas particulares, las que quisieran dar fin a su vida. La figura del emperador está tratada con mimo por el autor mostrándonos otras peculiaridades del mismo.
El capitán Bertrand de Brugge acompañará al rey durante el final de su vida encargándose de su seguridad. Pero su personaje da para más y se convertirá en el gran protagonista de una novela de aventuras, donde no faltarán las persecuciones, las peleas y los abrazos de una mujer que le hacen perder la cabeza. Su cargo nos arrastrará a una serie de investigaciones, desde un robo a un asesinato, que le irán, nos irán, mostrando el camino por donde todo va a confluir: el cerco para matar a Carlos V se va estrechando y él tendrá un papel primordial para su desenlace.
Valladolid es el escenario donde se centrarán las descripciones de la arquitectura, propiciada ésta por los nobles que habitaban la villa de la Corte y se arrimaban al poder buscando ocupar cargos políticos, militares o dentro de la Iglesia, otros en busca de lucrarse con todo tipo de negocios. Una ciudad floreciente que a lo largo de la historia ha sido centro de más de una trama.
Realidad y ficción se unen en esta novela para narrarnos los últimos días de Carlos V en su retiro en el Monasterio de Yuste; lugar que también recorreremos a lo largo de la trama convirtiéndose en toda una invitación para viajar. Desde allí recordaremos algunos episodios en Flandes, la persecución a Lutero, la rebelión de los Comuneros y asistiremos a otro capítulo más de la Inquisición.
Gracias, a todos los que me recomendaron esta novela.
Con esta frase que figura en la solapa, la experiencia que tuve con la lectura de "La tribu maldita" y las críticas aparecidas durante estos años, estaba convencido de que esta novela me iba a deparar mucho entretenimiento y una buena fuente de información. Y así ha sido, pues además del gran trabajo realizado en documentación histórica, la trama es de lo más suculenta para los que buscamos intriga y mucha acción, una narrativa acorde con los tiempos y el reflejo de que Víctor Fernández Correas se lo tuvo que pasar en grande mientras le daba forma a enclaves, fechas y personajes.
La Inquisición está presente desde el inicio de la novela con las torturas y tormentos realizados a Rodrigo Cifuentes, un seguidor del luteranismo protestante que ha surgido con fuerza en Valladolid. El entorno de Carlos V, bajo sus órdenes, persigue hasta los últimos rincones la plaga que tanto trabajo y dolores de cabeza le dio en Flandes. Los crueles personajes que representan al Santo Oficio tienen un peso específico en la trama y nos sobresaltan en cada aparición; con ellos están asegurados los momentos de mayor intriga y tensión, sobre todo cuando de escapar de ellos se trata.
Rodrigo Cifuentes y el joven Martín Sanjuán son los dos personajes que nos introducirán en el luteranismo que iba expandiéndose por tierras de Castilla y un entramado en el que se incluían reuniones secretas y el contrabando de libros heréticos. Una amenaza constante para la Inquisición y el emperador Carlos V, para el que la cuestión religiosa siempre fue una de sus más importantes preocupaciones.
Carlos V se nos muestra cansado y abatido después de cuarenta años como emperador, aquejado de gota debido a su glotonería y esquivando a su médico personal pasa las horas preocupándose del fin de su reinado y el futuro que dejará a sus herederos. Nunca dejó de tener frentes abiertos de los que ocuparse y ha llegado el momento de su retiro en espera de su muerte.
El Monasterio de Yuste es el lugar elegido y a donde van dirigidas las miradas de la conspiración que nos mantendrá ocupados, tanto a nosotros como al rey y su séquito que verán fantasmas en todas direcciones sin saber muy bien cual será la que se lleve el gato al agua; es natural que no se tratase solamente de una y de que fueran muchas personas, con sus causas particulares, las que quisieran dar fin a su vida. La figura del emperador está tratada con mimo por el autor mostrándonos otras peculiaridades del mismo.
El capitán Bertrand de Brugge acompañará al rey durante el final de su vida encargándose de su seguridad. Pero su personaje da para más y se convertirá en el gran protagonista de una novela de aventuras, donde no faltarán las persecuciones, las peleas y los abrazos de una mujer que le hacen perder la cabeza. Su cargo nos arrastrará a una serie de investigaciones, desde un robo a un asesinato, que le irán, nos irán, mostrando el camino por donde todo va a confluir: el cerco para matar a Carlos V se va estrechando y él tendrá un papel primordial para su desenlace.
Valladolid es el escenario donde se centrarán las descripciones de la arquitectura, propiciada ésta por los nobles que habitaban la villa de la Corte y se arrimaban al poder buscando ocupar cargos políticos, militares o dentro de la Iglesia, otros en busca de lucrarse con todo tipo de negocios. Una ciudad floreciente que a lo largo de la historia ha sido centro de más de una trama.
Realidad y ficción se unen en esta novela para narrarnos los últimos días de Carlos V en su retiro en el Monasterio de Yuste; lugar que también recorreremos a lo largo de la trama convirtiéndose en toda una invitación para viajar. Desde allí recordaremos algunos episodios en Flandes, la persecución a Lutero, la rebelión de los Comuneros y asistiremos a otro capítulo más de la Inquisición.
Gracias, a todos los que me recomendaron esta novela.
Pues no era un libro en el que me hubiera fijado y ahora me has picado y mucho la curiosidad.
ResponderEliminarBesotes!!!