Sinopsis
Una conocida artista expone su obra en una galería de arte. Su éxito queda en entredicho con la demanda judicial de un visitante, debido al contenido de un cuadro. Es acusada y enjuiciada, lo cual paraliza su vida creativa. Mientras espera la resolución, recuerda y repasa su pasado inmediato: otro tiempo en el que también su vida se paralizó, pero por una razón diferente, mucho más importante y poderosa. Entonces, los médicos le diagnosticaron una enfermedad rara a la hija, una niña de ocho años. Una enfermedad de la que se conocía muy poco y que no sabían cómo combatir. Ahora, con este mal paso del cuadro y los días vacíos en espera de la resolución, su mente le trae recuerdos de los vaivenes vividos con su hija y de cuando esta jugaba con la esperanza de vivir.
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El momento de concebir un relato, reseña o novela, siempre tiene asociada la temida página en blanco, la búsqueda de ese hilo conductor que dé sentido a lo que queremos transmitir, el miedo a perdernos en divagaciones que estropeen la historia que de antemano teníamos preparada para contar. Sólo la experiencia, o mejor dicho la paciencia, consigue que vayamos tejiendo la urdimbre y dejemos de lado los flecos que sobran.
Y todo esto, lo vuelve a conseguir Julia con este relato intimista. Con un homenaje a los enfermos de Hipertensión Pulmonar y una trama de intriga propiciada por una demanda judicial por derechos de imagen. Asunto que sorprende por su lógica y por el punto de vista con el que se trata, y que aporta un ingrediente bastante curioso.
Sara Díaz, protagonista de esta novela, pasa de un estado de alegría por su éxito como pintora a recordar el sufrimiento que padeció con la enfermedad de su hija. Sentimientos que, lejos de ser iguales, guardan similitudes en su estado de ánimo y le hacen recordar momentos dolorosos, en los que sus hijos Ruth y Félix fueron su tabla de salvación, como también lo son la comprensión de Juan, su marido, y el apoyo de sus amigos.
La autora nos va llevando sin prisas por el cuadro que compone, mientras los recuerdos familiares de Sara narran una historia de depresión, de desamor y de lucha constante en busca de una salida, un poco de luz para retomar su vida.
Los personajes están llenos de fuerza, de sensibilidad y de paz; cualidades que los hacen muy cercanos y con los que enseguida congeniamos, pues de todos aprendemos que el diálogo es imprescindible para entenderse.
La fluida narrativa de Julia y que ella supiera en todo momento qué nos quería contar, hacen posible que su lectura sea placentera, que nos hagamos preguntas y que reflexionemos sobre las verdaderas cosas importantes de la vida.
Que nos entren ganas de buscar esos delfines para bailar, para nadar o simplemente para admirar su belleza.
Y todo esto, lo vuelve a conseguir Julia con este relato intimista. Con un homenaje a los enfermos de Hipertensión Pulmonar y una trama de intriga propiciada por una demanda judicial por derechos de imagen. Asunto que sorprende por su lógica y por el punto de vista con el que se trata, y que aporta un ingrediente bastante curioso.
Sara Díaz, protagonista de esta novela, pasa de un estado de alegría por su éxito como pintora a recordar el sufrimiento que padeció con la enfermedad de su hija. Sentimientos que, lejos de ser iguales, guardan similitudes en su estado de ánimo y le hacen recordar momentos dolorosos, en los que sus hijos Ruth y Félix fueron su tabla de salvación, como también lo son la comprensión de Juan, su marido, y el apoyo de sus amigos.
La autora nos va llevando sin prisas por el cuadro que compone, mientras los recuerdos familiares de Sara narran una historia de depresión, de desamor y de lucha constante en busca de una salida, un poco de luz para retomar su vida.
Los personajes están llenos de fuerza, de sensibilidad y de paz; cualidades que los hacen muy cercanos y con los que enseguida congeniamos, pues de todos aprendemos que el diálogo es imprescindible para entenderse.
La fluida narrativa de Julia y que ella supiera en todo momento qué nos quería contar, hacen posible que su lectura sea placentera, que nos hagamos preguntas y que reflexionemos sobre las verdaderas cosas importantes de la vida.
Que nos entren ganas de buscar esos delfines para bailar, para nadar o simplemente para admirar su belleza.
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Lo leí hace un par de meses y también me gustó mucho. Sobre todo la prosa tan tierna de Julia con los temas tan sensibles que toca
ResponderEliminarBesos
Totalmente de acuerdo contigo, su manera de escribir es especial,
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Pues no conocía este libro, ni a su autora. Y me dejas con ganas de disfrutar de su prosa.
ResponderEliminarBesotes!!!
La sencillez de su narrativa es su mayor atractivo,
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Sé que la has disfrutado mucho y tu reseña invita a adentrarse en la narrativa de la autora, gracias por la recomendación.
ResponderEliminarBesucos
Una novela que he leído con mucha paz,
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hola pues sen un principio el argumento no me llamaba mucho la verdad pero por tu reseña puede que merezca la pena chao
ResponderEliminarMerece la pena cambiar de registro de vez en cuando,
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Es un libro que en principio no me llamaba mucho pero con las reseñas que he visto (incluida la tuya) es para pensárselo. Tomo nota para cuando me apetezca algos así.
ResponderEliminarUn beso
Leela y comprobarás todo lo que decimos de ella,
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La voy a leer pronto así que ya sabes que ha captado mi atención.
ResponderEliminarBesos
Nos pasaremos a leer tus impresiones,
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Agradezco, muy sinceramente, esta lectura y reseña a Porlomenix. ¡Me encanta! Has interpretado los sentimiento y emociones que me gusta entresacar de la vida cotidiana que, a diario, observo. Por todo, ¡Muchas gracias! Gracias, también a cuantos dedicaris un momento a leerla, más aún, si dejáis algún comentario. ¡¡ Gracias, amigos!!
ResponderEliminarEl placer ha sido mío Julia,
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Leí el anterior de la autora y me pareció una lectura cautivadora. Besos.
ResponderEliminarY con ésta lo confirma,
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No sé si me encaja del todo, el tema arte no es lo mío...
ResponderEliminarGracias y besos.
http://buscando-mi-equilibrio.blogspot.com.es/
El arte es secundario, lo importante son el juicio y los recuerdos y sensaciones que va narrando la protagonista,
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En un principio no me llamaba, pero ya van varias reseñas en la misma línea que la tuya, así que le daré una vuelta
ResponderEliminarBesos
Julia nos ha cautivado con la historia de Sara,
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De nuevo la sensibilidad y la delicadeza está presente en la narrativa de Julia. Merece la pena leerla, desde luego. Saludos.
ResponderEliminarSabe describir el mundo cotidiano con las palabras necesarias y sin adornos,
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No lo conocía!
ResponderEliminarGracias por descubrírmelo, lo buscaré =)
Besotes
Un placer, seguro que lo disfrutas,
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