Valancy Stirling o El Castillo Azul - Lucy Maud Montgomery (1926)

Portrait of a young girl
Albert Lynch

Sinopsis

El Castillo Azul cuenta la historia de Valancy Stirling, una joven «solterona» de veintinueve años que vive en un ambiente asfixiante marcado por el férreo control de su madre, la ausencia de los más tímidos placeres y los constantes desprecios y humillaciones a los que la somete su clan familiar por su condición de mujer soltera —esto es, mujer que ha fracasado en el objetivo de encontrar marido—, y que un buen día decide escapar a su monótona existencia tras recibir una impactante noticia, en busca de su propia identidad y su despertar como mujer.

Afortunadamente, en ocasiones, para escapar de su monótona existencia, la desdichada Valancy se refugia en el castillo de sus sueños, su Castillo Azul, imaginándose como una hermosa dama muy querida y admirada, y feliz esposa de un romántico caballero.

Valancy se convierte entonces en una verdadera heroína, un brillante ejemplo de coraje y determinación frente a lo desconocido.

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Quienes me leéis, ya sabéis que el género romántico siempre lo afronto con algo de miedo, al no saber lo que me voy a encontrar en su narración, ni cuales serán las conclusiones que sacaré de su lectura una vez terminada ésta. La editorial dÉpoca siempre me lo pone fácil, porque, quién se puede resistir a una de sus esmeradas ediciones y no dejarse llevar por la época victoriana, aunque ésta se desarrolle en el otro lado del mundo y en otro periodo.

Valancy Stirling es una joven solterona por decisión propia, pues como ella misma confiesa, mejor soltera que no convertida en una mujer casada y no amada; además, su entorno familiar no se lo pone nada fácil reprochándola a cada momento su apagada forma de ser y su aparente poca hermosura. Pero ella vive su mundo casi perfecto compuesto por su imaginario Castillo Azul en España y los libros de John Foster, llenos de magia con sus bosques repletos de criaturas. Un mundo que va diseñando a su conveniencia y que le aparta de la realidad asfixiante y convencional de su familia.

Llegado a este punto, empatizo con la rebeldía que empieza a aflorar en Valancy, harta de contentar a todo el mundo y sabedora del destino fatal que le puede deparar la enfermedad que le ha sido diagnosticada a escondidas. Este primer acto, a espaldas de la siempre recta familia Stirling, le abrirá el camino para sentirse más fuerte y decidida, atreverse con cosas que nunca se hubiese imaginado y tomará sus primeras y propias decisiones. Los cambios que se van produciendo en su persona, tachados de locura por su familia, dan un giro a lo que parecía una novela convencional y nos trasladan a un mundo más real, divertido y apasionante, y que continuará hasta el final de esta novela.

El contraste entre las formas y actitudes de unos, las más conservadoras, y las soñadoras de la protagonista, gana en emoción cuando decide abandonar el techo de su madre y cuidar de Cissy, la hija enferma de Abel el Aullador, un humilde carpintero borracho que no puede ocuparse de ella. Así, en busca de su Castillo Azul, emprende una nueva vida que le deparará muchas sorpresas y con las que encontrará el verdadero afecto y sentido a la vida, a su vida.

Es ésta una novela también de personajes variopintos y merece la pena no perder detalle del tío Benjamín, un hombre entre serio y chistoso, recto pero ecuánime. En el lado contrario está Barney Snaith, para muchos: ateo, exconvicto, hombre peligroso, y alejado de las reglas de sociedad; aunque realmente nadie sabe nada de él.

Así, entre las historias de unos y otros se va conformando el cuadro que nos propone la autora, el cual degustaremos gracias a las ilustraciones a color, utilizadas por primera vez por la editorial, y a las notas acertadas y aclaratorias del personaje de Valancy y de su autora, que se adjuntan de la mano de Carmen Forján, una filóloga experta en literatura inglesa y que siempre nos tienta desde su blog.

Como véis me dejo muchas cosas en el tintero, pero no quiero estropearos esta lectura, convencido de que a muchos de vosotros os sacará una sonrisa y que perderéis horas de sueño como lo hace Valancy, cada vez que tiene entre sus manos un ejemplar de su admirado John Foster.

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