El príncipe de los piratas - Edmundo Díaz Conde (2013)

Sinopsis

Hubo un tiempo en que corsarios británicos, bucaneros franceses y filibusteros holandeses eran los amos del Caribe. Pero poco se ha contado de piratas españoles como Íñigo Santa Cruz, forzado a convertirse en caballero de fortuna por una patria que desampara a sus propios hijos y los obliga a vagar por el mundo. En aquella misma época también había tesoros fantásticos como el de la Dama del mar, por el que Henry Morgan organizará la mayor flota de filibusteros jamás conocida, ciudades como Panamá, que se dicen inexpugnables y encienden la codicia de los hombres, y mujeres como Elena, capaces de provocar la pasión y la ternura del corsario más insensible. El príncipe de los piratas es la historia de Íñigo Santa Cruz —llamado Lefthand por los ingleses—, tan falsa como todas las leyendas y tan cierta como cualquier historia de piratas.

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Las historias de piratas nunca me defraudaron, desde bien pequeño me quedaba hipnotizado mirando la pantalla en blanco y negro, y ni me podía imaginar que el fantástico mundo de aventuras que me rodeaba pudiera existir en color. Aunque siempre he simpatizado más con los piratas de tierra, con sus tesoros escondidos, sus peleas en las tabernas o sus asaltos a fortificaciones; que en lo referente al mar. Tras la dedicatoria a Joseph Conrad pensé que la novela iba a estar más enfocada a su estilo de narración, como en su obra "La línea de sombra", pero nada más arrancar con su lectura comprobé que el autor tan sólo se había apoyado en un puñado de escritores para reunir su pasión por los marineros de toda índole.

Y no puede empezar mejor, mediante un prólogo en el que nos describe como al excavar una tumba encuentran un viejo mapa y un primer capítulo titulado "La fuga del presidio", mi mente se pone a viajar por los escenarios tantas veces visionados y la trama empieza a tomar forma.

Íñigo Santa Cruz es liberado por medio de una ingeniosa, a la vez que chapucera maniobra -a cargo de Melquíades y sus hermanos-, con la que retomar esa sonrisa que siempre nos ponen estos libros o películas de aventuras; a cambio tendrá que cumplir una misión no exenta de riesgos y en la que está en juego la vida de su hija.

La búsqueda del tesoro de la Dama del mar es la obsesión por la que el capitán Henry Morgan lo ha preparado todo. Con la ayuda de personajes ocultos y de su amigo Alonso de Valdivia, Santa Cruz reúne a toda suerte de rufianes y prepara un viaje que pudiera tener como consecuencia el ataque contra posesiones españolas. En la segunda mitad del siglo XVII, España, Francia e Inglaterra se disputaban los puertos del Caribe y continuamente se enfrentaban entre ellos cambiando las diferentes plazas de gobierno.

Una novela donde se habla mucho del orgullo español, de ese que aflora en los momentos de cabreo y que nuestros antepasados siempre supieron valorar, aunque nunca entendiesen para qué o para quién. Un barco sin bandera, que sabrán ganarse, y el rumor de una canción silbada que evocaba a todos los rincones de España y que los unirá a todos dándoles las fuerzas necesarias para defender con valentía lo que les pertenece.

Una historia de piratas con chica de por medio consigue impregnar la novela de romanticismo, aunque ésta queda en un segundo plano y no se desvía de lo realmente importante: los tesoros escondidos en la ciudad de Panamá. Aprovecha aquí el escritor para añadir unas dosis de misterio, a través de un acertijo en forma de poesía, que será la clave para desentrañarlo y mediante la cual recibiremos una nueva clase de historia.

Posiblemente, unos personajes secundarios más desarrollados hubieran dejado más huella en la narración, pero también abren las puertas a nuevas entregas donde estos tengan mayor protagonismo y que estaré encantado de leer.

Mi alma aventurera, y aún de niño,
me hace conservar estas pistolas de chispa

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Lectura conjunta en los blog "El universo de los libros" y "Libros que hay que leer"