Traducido al castellano por Olga Korobenko (2012) |
El libro que tiene el lector entre sus manos es absolutamente único. Traducido y publicado por primera vez al castellano, El pueblo en la guerra recrea algunas conversaciones fragmentarias de soldados rusos que fueron heridos en el frente de la Primera Guerra Mundial entre los años 1915 y 1916, y a los que Sofia Fedórchenko atendía en calidad de enfermera, creando un mosaico de testimonios que, al ser recopilados en el formato de libro, convirtieron en protagonista a todo un pueblo sumergido en una guerra atroz.
En palabras de Fedórchenko: "estuve en el foco de los acontecimientos, participé en ofensivas y retiradas, presencié victorias y derrotas. Todo era igual de horroroso e irremediable... Trabajaba, en todo reparaba, todo lo oía, todo lo compartía con los demás." Pero el mérito principal de esta valiente mujer no es haber fijado en papel sus vivencias e impresiones, sino haber dado voz a miles de soldados anónimos, recogiendo sus palabras y sus ideas, sus experiencias y sus opiniones, sus bromas y sus nostalgias, plasmándolas en forma de revolucionario diálogo polifónico.
Como señala la traductora, su reto principal ha sido “verter este increíble coro en otro idioma, manteniendo su idiosincrasia y su singularidad, el estilo entrecortado, marcadamente oral, de las frases salpicadas de rimas y briznas de cuentos y leyendas de tiempos inmemoriales, llenas de amargura y, al mismo tiempo, de una profundidad filosófica y poética sorprendente”.
Desde su aparición en 1917, el libro cosechó un éxito rotundo dentro y fuera de Rusia. Pronto llamó la atención de escritores como Thomas Mann o Elias Canetti, quien lo leyó como si se tratase de “la mejor literatura rusa que uno ama”. “Es la imagen de la Primera Guerra Mundial más fiel y verdadera que conozco, no escrita por un escritor, sino hablada por personas que, sin sospecharlo, son todos escritores”, anotó en uno de sus cuadernos de apuntes.
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Nos encontramos ante una obra atípica, pues el único personaje es la escritora, que vivió los acontecimientos de la Primera Guerra Mundial como enfermera, allí donde la enviaban, además de los cuidados a los enfermos compartió con ellos sus delirios, sus gritos, su sangre y su dolor, pero sobretodo les escuchó. Todos le fueron contando sus historias, pequeños fragmentos de sus vidas o simplemente le ofrecieron sus lamentos; escuchaba cada una de sus palabras y las fue anotando, con increíble paciencia y respeto, y cuando terminó la guerra las recopiló, dándoles forma y sentido.
Los otros personajes, los verdaderos protagonistas de esta novela, realizan un coro de narraciones, unas veces alegres y otras patriotas, unas veces con recuerdos y añoranzas, y otras con preguntas al aire. Cada uno de ellos nos irá transmitiendo ese horror que sufrieron o nos harán ver la sinrazón de la guerra que el pueblo ruso no entendía. Ellos, como bien cuentan, eran felices con su campo y su miseria, felices al fin y al cabo con su alegre vida, y tuvieron que acudir a una batalla en nombre de otros sin saber los motivos.
Cada frase, que ahora podemos leer (traducida al castellano gracias a Olga Korobenko), está comunicada por alguno de los soldados que estuvieron en el frente en la Primera Guerra Mundial, pero podría ser de cualquier otra guerra anterior o futura; campesinos y trabajadores tranquilos, que son arrancados de su labor, para ser conducidos a una probable muerte, sin darles otra explicación para ello que la de una mentira que beneficiará, si acaso, a otros.
Tras esta primera novela, críticos y lectores animaron a Sofia Fedórchenko para que continuase con sus narraciones, convirtiéndose en una escritora de referencia, aclamada por unos, copiada y repudiada por otros, pero eso no le frenó para seguir adelante y publicar otra novela sobre la Revolución y otra acerca de la Guerra Civil, que conformarían a la larga una trilogía conocida como "El pueblo en la guerra".
Una lectura con la que hacernos muchas preguntas y conocer de primera mano los horrores de una guerra, y llegar a conocerla y a sentirla desde otro punto de vista.
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Tras esta primera novela, críticos y lectores animaron a Sofia Fedórchenko para que continuase con sus narraciones, convirtiéndose en una escritora de referencia, aclamada por unos, copiada y repudiada por otros, pero eso no le frenó para seguir adelante y publicar otra novela sobre la Revolución y otra acerca de la Guerra Civil, que conformarían a la larga una trilogía conocida como "El pueblo en la guerra".
Una lectura con la que hacernos muchas preguntas y conocer de primera mano los horrores de una guerra, y llegar a conocerla y a sentirla desde otro punto de vista.
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Pensé que Ken Follet era uno de los pocos interesados en el tema de la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, aquí vienes hoy a presentarnos otra novela que se desarrolla en el mismo periodo histórico. ¡Gracias por compartirlo! Saludos.
ResponderEliminarConocía la obra por el marcapáginas que tengo de ella, pero no me atrae demasiado, he de reconocerte.
ResponderEliminarBesines,
Interesante libro el que nos traes hoy. Y como después de leer el primer libro de la trilogía de Follet me he quedado con ganas de conocer más de la Primera Guerra Mundial, me lo llevo apuntado. Más viendo tu estupenda reseña.
ResponderEliminarBesotes!!!
Parece muy interesante. No he leído mucho sobre esta Guerra, y si la autora la vivió en primera persona tiene que ser muy desgarradora.
ResponderEliminarParece muy interesante este libro que reseñas.He leido algunas cosas sobre la IIGM pero sobre la primera no he leido nada ,será un buen comienzo.
ResponderEliminarGracias
No tenía el gusto de conocer el libro y me llama mucho la atención al tratar el tema de una guerra que ha sido eclipsada por la segunda guerra.
ResponderEliminarImpresionante, el descubrimiento, la reseña y, más que seguramente, el libro.
ResponderEliminarGracias por el título, lo acabo de apuntar.
Besos
Me gusta todo lo relacionado con las Guerras Mundiales, pero esta parte de los testimonios rusos...No sé, de todas formas me lo apunto por si me animo.
ResponderEliminarSaludos