Los crímenes del ajedrez - David J. Skinner (2012)

Sinopsis

Cuatro terribles crímenes, sin relación aparente entre ellos excepto las piezas de ajedrez encontradas en los escenarios, harán que tres personas completamente distintas, cada una con su propia motivación, se vean inmersas en una trama mucho más retorcida de lo que podrían haber imaginado.

Andrés Núñez, un inspector de la policía ex alcohólico, se encontrará absorbido por el caso, mientras lucha contra sus propios demonios.

Fernando Roca, el comisario al cargo dentro de la Brigada de Homicidios de la Policía Judicial, deberá encontrar al culpable antes de que sus superiores decidan usarle como cabeza de turco.

Carlos Sanz, periodista y fotógrafo, estará dispuesto a hacer cualquier cosa para conseguir el reconocimiento que, tras muchos años de profesión, está casi consiguiendo gracias a los recientes asesinatos.

¿Serán capaces entre todos de descubrir al asesino y detener los horribles crímenes? Y, ¿qué precio deberán pagar para hacerlo?

Cuando todo vale para conseguir un objetivo, no es fácil distinguir entre amigos y enemigos. David J. Skinner nos invita a intentarlo en este intenso thriller policial, donde nada es lo que parece, y cualquier movimiento podría poner a los protagonistas frente a un jaque mate.

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Me dedicó David un ejemplar, pidiéndome que disfrutara de su lectura y la mejor respuesta que puedo darle, es que en algún momento lo volveré a leer.

Lo que en un principio puede parecer un relato corto, apenas 105 páginas, se convierte en una lectura lenta para no perderte detalle, pero al mismo tiempo frenética, que para algo es un thriller.

Una mezcla de novela de misterio y trama de novela negra, te llevan a participar en la investigación para descubrir quien es el asesino. Tarea esta nada fácil, pues los tres protagonistas tienen intereses bien diferentes para ser quien le descubra y al mismo tiempo cumplir con sus objetivos personales.

He leído casi tomando apuntes y haciendo cábalas, para descubrir antes que ellos lo que David ya sabía, pero no he podido con su ingenio; al final cuando todo parece que va a estallar en mil pedazos, o que se desvanece en una resolución sin sentido, sale a flote la imaginación y aparece un pequeño detalle que dará un vuelco al caso.

Sin pretensiones, sin ambientación, sin rodeos, sin localizaciones; con un lenguaje de la calle y contando únicamente lo relacionado con la investigación, David ha conseguido atraparme y hacerme un incondicional de cuanto escriba.

Gracias David

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