Rōnin - Francisco Narla (2013)

Sinopsis

"... Eran tiempos en los que la mar océana curtía a las naciones y templaba a los hombres..."

Año del Señor de 1600, Japón hierve en una eterna guerra civil. Los señores feudales alternan alianzas y traiciones en un juego de estrategia en el que cada uno de ellos trata de hacerse con el gobierno absoluto del país de los dioses.

La fortaleza de Fushimi no soportará el asedio y el samurái Saigō Hayabusa está dispuesto a sajarse el vientre sin una mueca de dolor, sin emitir queja alguna.

Sin embargo, la misión que le ha reservado su señor requerirá un sacrificio mucho mayor que la muerte.

La corona española vive un momento de máxima expansión territorial, pero Felipe III, rey débil y hedonista, ha dejado la corte en manos del duque de Lerma, quien entre corruptelas y nepotismo está empobreciendo el país y resquebrajando los cimientos imperiales. 
Dámaso Hernández de Castro, curtido en las campañas de Flandes, se prepara para partir hacia las Indias Orientales y ponerse al servicio del juez de la Audiencia de Manila. Ha de suplir con méritos su insuficiente alcurnia si quiere aspirar a la mano de su amada, la menina Constanza de Accioli.

Pronto descubrirá que alguien ha disfrazado de oportunidad lo que en realidad es una trampa.

El destino tejerá sus redes y un encuentro circunstancial unirá para siempre las vidas de Saigō y Dámaso.

Durante la expedición que en 1614 trajo a los enigmáticos samuráis hasta la Península, los dos nobles guerreros trabarán una amistad épica. Aún no saben que persiguen a un mismo enemigo, que una única venganza bastará y que cada uno ha encontrado en el otro la pieza clave de una larga historia.

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Si en Assur nos encontramos con una portada en la que el protagonista camina hacia el horizonte, en busca de aquello que le ha sido arrebatado y recorremos junto a él un futuro lleno de aventuras; aquí acompañamos en su viaje a Saigō Hayabusa, un samurái que pierde su condición como tal, al quedarse sin amo tras la caída del castillo de Fushimi (Kyoto, Japón), y que convertido en Rōnin mira lo que inevitablemente tendrá que dejar atrás y cumplir una promesa: la última voluntad de su señor.

Rōnin, "hombre ola" – un hombre errante como una ola en el mar,
como un bonsái "azotado por el viento".

Si Assur es una obra de amistad con su fiel amigo Furco, Rōnin nos habla de amistad, de compromiso y de lealtad; la que sus personajes irán demostrando sin apenas solicitarlo, la verdadera, la que sale del corazón para quienes han demostrado dar sin recibir, para quienes reciben por su bondad.

La calma de las doctrinas aprendidas del Rōnin y su empeño en encontrar a los culpables del asedio a la fortaleza, realizan el retrato de una época feudal, plagada de intereses por el control de Japón entre todos los clanes, dándonos a conocer un periodo turbulento de una manera sosegada pero al mismo tiempo llena de intriga, donde conoceremos hábitos y costumbres, y nos dejaremos seducir por sus tradiciones milenarias.

Y si la amistad se compone al menos de dos partes, tenemos que conocer a Dámaso Hernández de Castro, soldado del rey Felipe III, combatiente en Flandes y enamorado de Constanza, menina de la reina Margarita a la que no puede acceder debido a su rango, y por la que aceptará el encargo para viajar a Manila y conseguir la gloria y las credenciales que necesita para desposarla.

Las nuevas rutas marítimas abiertas para el comercio y las disputas tanto con los holandeses como con portugueses, ingleses o franceses, por hacerse con el mercado de Japón, son el telón de fondo de esta historia, y en el que también existieron, como siempre en nuestra península, quienes quisieron hacerse con el oro o con las mercancías que se transportaban y hacer negocio por su cuenta. También en tierra, el cambio de la capital a Valladolid crea las expectativas de aprovechados corregidores cercanos al duque de Lerma.

Dos historias paralelas que tienden a encontrarse.

"Eran dos hombres nacidos a océanos de distancia, unidos amargamente por lo inexorable de la venganza. Sus lazos iban mucho más allá de la familia o la sangre; compartían un único destino".

Nuestros héroes se verán envueltos en un apasionado relato por demostrar la inocencia de hechos que se les imputan, y que gracias a su arrojo y a la ayuda inestimable de la amistad de un puñado de protagonistas secundarios, les llevará por medio mundo, convirtiendo unos hechos históricos en una aventura repleta de intriga.

La Santa Inquisición quedará también reflejada en estas páginas, y veremos como actuaba y de que medios se servía para arrancar las confesiones a sus acusados. Viviremos las penurias de Constanza de Accioli y su determinación para reunirse con Damaso, ayudada por su aya Pacheca y por el veterano Gaspar, tendrán la difícil tarea de escapar de las garras de un siniestro secretario del duque de Lerma y denunciarlos ante la reina Margarita, que descontenta con el valido del rey vio su oportunidad para quitarlo del medio.

Las frases al principio de cada parte, a modo de magari -turno en el juego del Go-, son otro homenaje a los haiku y a la serenidad con la que describen todo los japoneses. Aprovecho uno de ellos para recomendaros esta novela, escrita con una labor de documentación que la enriquece y de la que parte se puede leer en el "Cuaderno de notas del autor", al final del libro.

"Lo mejor que se puede hacer con las palabras es no usarlas".
Yamamoto Tsunetomo, Hagakure

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Gracias Francisco por usarlas