Título: La invención de España
Título Original: (The Invention Of Spain, 2020)
Autor: Henry Kamen
Editorial: Espasa
Colección: Fuera de Colección
Copyright:
© Henry Kamen, 2020
© Alejandra Devoto por la traducción, 2020
© Editorial Planeta, S. A., 2020
© Imágenes de interior: Joseph Martin; Granger NYC; Oronoz y Akg-Images/Album Iconografía: Grupo Planeta
Traducción: Alejandra Devoto
Ilustraciones: Color
Edición: 1ª Edición: Febrero 2020
ISBN: 9788467058161
Tapa: Blanda
Etiquetas: España mitos conquistas ensayo historia de España política Hispania Historia leyendas libros ilustrados literatura inglesa orígenes Europa nacionalismo monarquías
Nº de páginas: 532
Argumento:
Bajo el subtítulo "Leyendas e ilusiones que han construido la realidad española", el historiador Henry Kamen realiza un repaso exhaustivo a nuestra Historia en busca de nuestros orígenes, deteniéndose en los momentos que pudieron marcar el inicio indiscutible de eso que muchos llamamos España.
Una labor complicada, rastreando la imaginación de unos pocos, con raíces falsas o basadas en leyendas. Un análisis que desmonta mitos y enseñanzas en un intento por acercar posturas y conseguir entender los puntos clave que definen nuestra construcción como nación.
Opinión:
Son muchos los puntos a tener en cuenta en esta lectura, así como los pequeños debates que surgen tras concluir cada capítulo. Desde tiempos de los romanos, donde ya se veía que la unión era la fuerza pero también que se está solo mejor que mal acompañado, hasta nuestros días; el autor nos da un buen repaso, y no solamente a los acontecimientos de nuestra historia sino también a sus gentes. Creernos a pies juntillas todo lo que nos venden sigue siendo el mal nuestro de cada día, y así nos va; a día de hoy no podemos decir con certeza de donde procede la sangre que corre por nuestras venas ni de quién heredamos nuestros genes.
La ficción histórica ha ganado la batalla a los datos reales y, a fuerza de relatos, hemos aprendido algunos episodios que merece la pena que desaprendamos, cuestionemos la historia, sobre todo la nuestra, y hagamos un pequeño esfuerzo por revisar las distintas versiones de los cronistas; la mayor parte de ellos, al servicio del régimen político de turno que siempre necesitó vender el producto tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Uno de los ejemplos más claros fue el caso de los vencedores de la Guerra Civil que se apropiaron como suyo, convirtiéndolo un símbolo, de lo acontecido en Numancia siglos atrás o incluyendo en su ideología las supuestas glorias de Castilla durante el reinado de los Reyes Católicos; y no nos olvidemos de Pelayo y las Cuevas de Covadonga, en Asturias, o el Camino de Santiago de Compostela, dos buenos ejemplos de esas invenciones del medievo. El catolicismo, como ya venía siendo costumbre durante los diferentes periodos monárquicos, se suma al freno de la verdad aportando mentiras. La industria turística basada en las procesiones y las fiestas tradicionales a su alrededor son una muestra más del pan y toros, de esa imagen nefasta que tienen de nosotros en el exterior.
Los romanos, a quienes debemos el nombre de Hispania, no fueron capaces de unirnos por la fuerza, y eso que nos dominaron en la península durante diez siglos; la influencia visigoda por el norte, los mahometanos por el sur o la invasión francesa dejaron su huella, pero tampoco lo consiguieron. Y es que los diferentes reinos, ahora autonomías, siempre han chocado con lo mismo; pretender que algo nos une, que somos iguales o que tenemos algo en común más allá de haber compartido momentos históricos, muchas peleas entre vecinos y alguna batalla gloriosa, el yugo de la Inquisición o los benditos tributos que nunca han faltado tiempos ha.
La guerra de independencia contra los franceses es posiblemente uno de esos puntos de unión como nación, pero los episodios posteriores demostraron que había sido algo puntual, quedaban por delante otros dos siglos de desavenencias, tiras y afloja que en el mejor de los casos nos devuelven a las dos Españas.
A lo largo de estas páginas el lector se encontrará con comparaciones, como el invento que pudo ser América al que había que dotarle de un pasado, o los enfrentamientos nacionalistas, patrióticos o de cualquier índole partidista según la ideología política; una constante e insufrible búsqueda de identidad para unir por la fuerza, ignorando hechos y realizando una escasa investigación documental. Otras invenciones, como las inglesas con sus mentiras en alta mar, nos demuestran el poco partido que le hemos sacado a nuestros marinos, descubridores y conquistadores; ellos, con menos, han sabido construir más de una leyenda que a fuerza de repetirse las hemos asumido como ciertas.
La falta de documentos de la Edad Media ha contribuido a esta invención de textos que a la larga han sentado cátedra durante siglos, una invención que nos hemos creído porque no había otra y nadie la ponía en cuestión; era lo que había y punto. Algunos sectores (democráticos) prefieren permanecer anclados y que la cultura no fluya, mejor ignorantes; que si no interesa difundir algunos argumentos culturales se cambian por otros y listo.
Un pasado al que el autor, en su análisis, intenta poner orden, desmentir orígenes y sacar conclusiones, que deja abiertas para que seamos nosotros quienes decidamos qué somos. Antes del Siglo XIX, España existía como una comunidad de naciones, siendo la diversidad una de nuestras mejores señas de identidad. Quizá nos hemos dejado llevar por el romanticismo y del supuesto lustre monárquico, olvidando que nuestras raíces son romanas, visigodas, árabes, sefarditas...
Que cada cual saque su conclusión final, después de haberse dejado llevar por estos episodios narrados con el toque particular de Henry Kamen. Como habéis podido apreciar, una vez más, un ensayo nunca es aburrido y da para muchas horas de conversación y de debate, además de abrirnos el camino a nuevas lecturas. Si estás dispuesto a entender el presente no dudes que esta obra al menos te removerá en estos tiempos que están por cambiar.
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PUes sí, tiene pinta de ser un ensayo muy entretenido y con el que aprender mucho. Tomo nota.
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Hola! Me ha parecido una libro muy interesante y me ha llamado la atención, me interesa mucho todo lo relacionado con la historia, al leer la reseña me acordé de dos libros que tienen algunas cosas de las que nombra, aunque solamente tienen que ver con el período de la Guerra de la Independencia, son "El mito reflejado" de Alberto Martínez Cebolla, que me pareció muy práctico y "El sueño de la nación indomable" de Ricardo García Cárcel. Un abrazo.
ResponderEliminarPosdata: le sigo, y le invito a pasarse por mi blog.