Sinopsis
Un centenar de cardenales acuden al Vaticano para asistir al Cónclave del que saldrá elegido el nuevo Papa. Pese a las infranqueables medidas de seguridad dos de ellos aparecen asesinados siguiendo un macabro ritual.
La psiquiatra criminalista Paola Dicanti, ayudada por el padre Anthony Fowler, deberá atrapar a un asesino en serie cuyo objetivo son los jerarcas de la Iglesia. Oficialmente las muertes de los cardenales no están ocurriendo y Paola se enfrentará a un juego mortal donde nada es lo que parece con los ojos del mundo entero puestos sobre la Ciudad Eterna.
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Enfrentarse a una novela de Juan Gómez-Jurado es siempre una labor que se afronta sabiendo de antemano que el entretenimiento está asegurado y que la trama que nos regala la vamos a saborear de principio a fin. En ésta, su primera novela, ocurre lo mismo, y posiblemente más que en el resto de su obra literaria pues el clima de tensión va en aumento al conocer al asesino desde el primer momento. Aunque eso sí, se nos irá camuflando entre distintos personajes para hacernos más complicada su persecución, lo que hará por otro lado que sospechemos de todos, principalmente de sacerdotes y algunos policías.
La novela, como ya nos advierte en su portada, se anticipa a los hechos que salieron a la luz años después; si bien, esta edición es del año 2013, su original data del año 2006. Los abusos a menores por parte de algunos sacerdotes, el funcionamiento interno del Vaticano, los distintos grupos de poder que pretenden hacerse con el control en cada nuevo cónclave, cuando tienen que elegir a un nuevo Papa, o los escándalos que ellos mismo tapan amparándose en el bien de la Iglesia, son alguno de los ingredientes que os esperan.
Pero el tema principal es la investigación de los asesinatos que están ocurriendo tras la muerte de Juan Pablo II y de los que solamente unos pocos tienen conocimiento; ni los cardenales que se van a encerrar para la votación ni la prensa saben nada de lo sucedido. Entre ellos se encuentran la psiquiatra criminalista Paola Dicanti y el padre Anthony Fowler, ambos son los encargados de llevar el caso con las trabas que pone el Vaticano, destruyendo pruebas y mintiendo para que no trasciendan los hechos durante los funerales por el Papa y la próxima elección.
El relato nos habla de instituciones psiquiátricas donde intentan reconducir a los sacerdotes católicos que han sido culpados de abusos sexuales. Los métodos de los médicos consiguen en algunos casos el efecto contrario, como comprobaremos con el paciente Viktor Karoski, el asesino a quien estamos buscando y que tanto nos va a costar encontrar; sobre todo a los inspectores que llevan el caso, que tendrán que buscar entre los miles de devotos cristianos que rezan por las calles por el papa Juan Pablo II.
El perfil psicológico del asesino múltiple elaborado por la inspectora Dicanti es fundamental para saber como piensa y meterse en su piel, pero es la historia que narra el padre Anthony Fowler la que nos dará las pistas necesarias para conocerle. Un relato estremecedor de las sesiones a las que fue sometido en el psiquiátrico así como los episodios más significativos de su vida. Destaca la crítica que se hace de la Iglesia, empeñada en reclutar a jóvenes sin fe y de los manejos que realiza exculpando a sus miembros cuando son acusados de abusos sexuales, protegiéndoles o tapando bocas por medio de acuerdos económicos.
La trama crece en interés con la implicación del Cuerpo de Vigilancia de la ciudad del Vaticano en la investigación y las disputas que mantienen con Dicanti y Fowler, la posible participación de éste como espía al servicio de la CIA y un oscuro episodio que le enfrentó al Santo Oficio por su pertenencia a la Santa Alianza; una de las claves del trasfondo de la novela.
Una excelente narración, documentada y atrevida que además me deja una frase para mi colección:
"¿Sabes lo que dijo tu mujer cuando se enteró de que habías muerto? Dijo: 'No puede morir. Le gusta el jazz'".
La novela, como ya nos advierte en su portada, se anticipa a los hechos que salieron a la luz años después; si bien, esta edición es del año 2013, su original data del año 2006. Los abusos a menores por parte de algunos sacerdotes, el funcionamiento interno del Vaticano, los distintos grupos de poder que pretenden hacerse con el control en cada nuevo cónclave, cuando tienen que elegir a un nuevo Papa, o los escándalos que ellos mismo tapan amparándose en el bien de la Iglesia, son alguno de los ingredientes que os esperan.
Pero el tema principal es la investigación de los asesinatos que están ocurriendo tras la muerte de Juan Pablo II y de los que solamente unos pocos tienen conocimiento; ni los cardenales que se van a encerrar para la votación ni la prensa saben nada de lo sucedido. Entre ellos se encuentran la psiquiatra criminalista Paola Dicanti y el padre Anthony Fowler, ambos son los encargados de llevar el caso con las trabas que pone el Vaticano, destruyendo pruebas y mintiendo para que no trasciendan los hechos durante los funerales por el Papa y la próxima elección.
El relato nos habla de instituciones psiquiátricas donde intentan reconducir a los sacerdotes católicos que han sido culpados de abusos sexuales. Los métodos de los médicos consiguen en algunos casos el efecto contrario, como comprobaremos con el paciente Viktor Karoski, el asesino a quien estamos buscando y que tanto nos va a costar encontrar; sobre todo a los inspectores que llevan el caso, que tendrán que buscar entre los miles de devotos cristianos que rezan por las calles por el papa Juan Pablo II.
El perfil psicológico del asesino múltiple elaborado por la inspectora Dicanti es fundamental para saber como piensa y meterse en su piel, pero es la historia que narra el padre Anthony Fowler la que nos dará las pistas necesarias para conocerle. Un relato estremecedor de las sesiones a las que fue sometido en el psiquiátrico así como los episodios más significativos de su vida. Destaca la crítica que se hace de la Iglesia, empeñada en reclutar a jóvenes sin fe y de los manejos que realiza exculpando a sus miembros cuando son acusados de abusos sexuales, protegiéndoles o tapando bocas por medio de acuerdos económicos.
La trama crece en interés con la implicación del Cuerpo de Vigilancia de la ciudad del Vaticano en la investigación y las disputas que mantienen con Dicanti y Fowler, la posible participación de éste como espía al servicio de la CIA y un oscuro episodio que le enfrentó al Santo Oficio por su pertenencia a la Santa Alianza; una de las claves del trasfondo de la novela.
Una excelente narración, documentada y atrevida que además me deja una frase para mi colección:
"¿Sabes lo que dijo tu mujer cuando se enteró de que habías muerto? Dijo: 'No puede morir. Le gusta el jazz'".
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La leí hace un par de años y, quizá porque ya había leído otras novelas posteriores del autor, se me quedó un poquito corta, pero aún así, la disfruté y me hizo pasar un muy buen rato.
ResponderEliminarBesos.
La tengo en mi estantería desde hace muchísimo tiempo y no entiendo cómo no me he puesto con ella porque es del tipo de las que me gustan. A ver si encuentro hueco (si es eso posible) y la leo.
ResponderEliminarBesotes
He leído los últimos libros del autor, pero este lo tengo pendiente.
ResponderEliminarUn beso ;)
Me gustó mucho pero tiene detalles que hacen que no me resultara redondo.
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