Título: Corocotta el cántabro
Título Original: (Corocotta el cántabro, 2017)
Autor: Santiago Blasco
Editorial: Algaida
Colección: Algaida Literaria,Algaida Narrativa
Copyright:
© Santiago Blasco, 2017
© del prólogo: Miguel Ángel Revilla, 2017
© Algaida Editores, 2017
Edición: 1ª Edición: Septiembre 2017
ISBN: 9788490678398
Tapa: Blanda
Etiquetas: acción, antigua Roma, romanos, aventuras, ficción histórica, Hispania, histórica, novela, aventura épica, estrategia, siglo I a.C, Cantabria, ejército, legiones, astures, bárbaros, Mérida, historia de Cantabria, leyendas cántabras, Corocotta, Tarragona, guerras cántabras, César Augusto, galaicos, celtíberos
Nº de páginas: 440
Argumento:
Año 29 a.C.
César Augusto, empujado por el Senado y tras la catástrofe de sus legiones en el norte de Hispania, acude desde Roma para enfrentarse a un grupo de celtíberos que se han hecho fuertes en sus tierras e impiden el avance de la expansión y conquista de Roma.
Corocotta, líder de los cántabros, comanda los pequeños ejércitos que cierran el paso a las legiones. Nadie le ha visto, pero todos conocen sus hazañas, su fortaleza y su bravura. Un desconocido que hace pensar a los romanos en leyendas de un pueblo que, al igual que ellos, creen y veneran a los dioses que les protegen.
Opinión:
Corocotta es un referente de la leyenda cántabra que llama la atención por liderar a sus iguales contra la invasión romana en Hispania. Sus nulos conocimientos militares no fueron impedimento para ponerle las cosas difíciles a los romanos mediante emboscadas y asaltos en los que atacaban con rapidez y desaparecían, sembrando de cadáveres los campamentos o los caminos por donde se desplazaban. Eran conscientes de estar en minoría y no poder enfrentarse a las legiones romanas en las mismas condiciones, por eso su estrategia consistía en la guerra de guerrillas con las que iban diezmando poco a poco a su enemigo.
Los primeros compases de esta aventura narran la crueldad con la que trataban a sus enemigos, a quienes descuartizaban y enviaban en carromatos o colocaban semienterrados para que cundiese el pánico entre las legiones romanas o los vecinos hispanos que se hubiesen vendido al enemigo de Roma, también para los mercenarios cántabros que hacían la guerra por su lado.
Los romanos tienen miedo a lo desconocido, no saben contra qué se enfrentan y después de muchos intentos tiene que llegar César Augusto porque no pueden con las tribus celtíberas compuestas por cántabros, astures y galaicos; resistencia que dura ya doscientos años desde el inicio de la romanización en la península. La acción, de uno y otro lado, es constante durante toda la novela, y recrea el momento histórico con una ficción acertada, iniciándose con el secuestro de Culcas, el hijo de Corocotta, provocando que su padre salga de su escondite. Con este hecho se consigue una tregua, mal vista por otros pueblos, y la condición de que Culcas se quede bajo la protección del tribuno Marcelo Livio para aprender y conocer el futuro que pretenden expandir por toda Hispania.
Bárbaros, mercenarios, indomables..., son varios los calificativos con los que siempre se ha hablado de aquellos que a las órdenes de Corocotta no se dejaron pisotear por los ejércitos de Roma, pero la única verdad es que ellos no se vendieron como lo hicieron otros pueblos cercanos y lucharon con lo que tenían. El desconocimiento de los romanos por la tribu cántabra es un buen motivo para que el autor se detenga y nos ofrezca unas pinceladas del modo de vida y sus costumbres, su amor por los caballos asturcones y los entrenamientos a los que les sometían hasta fundirse con ellos: o la alusión a los castros, las fortalezas cántabras diseminadas en puntos estratégicos y de las que el autor hace mención, como el de Castro Urdiales, Liébana, Suances o Peña Amaya.
La trama se vuelve más de aventuras y así acompañamos a Culcas, el verdadero protagonista de esta historia, hasta Tarraco (Tarragona), Emérita Augusta (Mérida) o Roma, donde participará en diversas carreras de caballos con el propósito de darse a conocer como el Jinete Hispano, al tiempo que conoceremos los avances conseguidos en los asentamientos romanos, carreteras y ciudades de las que pronto se contagia. Una nueva visión del mundo que llevará de vuelta al pueblo cántabro para convencerles de quedar bajo el dominio romano. Culcas se empapa de la cultura, la política romana y practica el manejo de la espada, mientras que él por su parte enseña a los romanos el arte de la caballería cántabra y su manejo en el ataque a sus enemigos, aquel que tantas veces habían sufrido los romanos y por el que Marcelo siente verdadera admiración.
La amistad que surge entre ellos, la verdadera identidad de Culcas, y la curación de una enfermedad del César en la que participa aportando sus conocimientos sobre plantas medicinales, van preparando el terreno para un desenlace no previsto. Un giro donde el ritmo no decae y es fácil dejarse llevar por unos episodios alejados de las batallas y de Corocotta; todo, con la única finalidad de convencer a su regreso a los suyos de las ventajas de pertenecer a Roma sin desprenderse de su identidad. Pero todavía nos quedan algunas sorpresas, porque Corocotta es fiel a sus tradiciones y no consiente doblegarse.
Una novela que debería leer todo aquel interesado en el final de las guerras cántabras, de la historia de los romanos en Hispania, los amantes de los caballos o simplemente los que quieran disfrutar de una aventura que a buen seguro les abrirá nuevas y emocionantes lecturas.
Una figura emblemática para Cantabria de la que poco se conoce y que Santiago Blasco ha recuperado dándonos una versión acorde a los versos de Nando y Sergio Agüeros: "Tengo la fuerza del viento del norte, y esa bravura que viene del mar".
Otra novela que no conocía y que tiene muy buena pinta por lo que cuentas. Apuntada me la llevo.
ResponderEliminarBesotes!!!