Sinopsis
Bárbara Blomberg fue la última mujer que ocupó el corazón de Carlos V. Unas cartas enviadas poco después de su muerte revelaron a su nieta, doña Ana de Austria, recluida de por vida en un convento, la verdad de sus relaciones con el emperador.
El 27 de noviembre de 1629 moría doña Ana. Sorprendentemente, su tumba permaneció vacía. Sus restos nunca fueron localizados.
Una novela que ilumina los sentimientos de un monarca excepcional y retrata los claroscuros de una época decisiva de nuestra historia.
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Ana de Austria, hija de Juan de Austria y nieta del emperador Carlos V, revisa en el monasterio de Santa María la Real, de las Huelgas de Burgos, el cuadro de un desnudo con el que comparte demasiados rasgos, y las cartas que le dejó en herencia su abuela Bárbara Blomberg. En ellas le relata el fruto de una pasión y su posterior destierro, los últimos años de su vida y los detalles con los que conseguirá entender porque nunca conoció a sus padres y fue alojada en un convento a temprana edad.
Ana de Austria, que entró sin convicción en los conventos y llegó a ser abadesa, gracias a Felipe III, es mostrada por la autora no como una religiosa sino como una mujer que por ser descendiente de un bastardo tuvo que adaptarse a una vida que no le correspondía por linaje. Los relatos de su abuela le avergüenzan de la misma manera que despiertan en ella sentimientos y necesidades que creía que no existían, y por los que nosotros también podemos conocer los méritos que hizo Bárbara Blomberg para ser conocida como "La Madama".
El perfil biográfico e íntimo que se desgrana de las cartas son una buena fuente de información para conocer en profundidad un personaje protagonista de la Casa de los Austrias; una mujer que pudo haber cambiado el futuro de la monarquía en España y que se vio siempre rodeada de gentes cercanas al rey, aunque alguno de ellos, como el duque de Alba, lo hiciese para espiarla.
Los privilegios que obtuvo como amante de Carlos V le fueron relegando al destierro cuando quedó embarazada de Jeromín, don Juan de Austria; a su peregrinar por los territorios del emperador hubo de añadir la oposición y el temor de quienes apoyaron años después a Felipe II para sucederle en el trono. Tras breves estancias en diferentes conventos de la península, recae, a petición suya, en Colindres, cerca del mar, en la casa del que fuese secretario de su hijo Juan de Escobedo.
Es ésta una de las partes que con más detenimiento he disfrutado al poder recorrer hace unas semanas parte de la historia que doña Bárbara representó en esta villa, un escenario mágico y una documentación que nos habla de una mujer menos frívola y más comprometida con sus habitantes, como así lo reflejan las actas de nuestros archivos.
El protagonismo y narración de doña Ana de Austria se completa con su propia biografía, en la que asistimos a una conspiración contra Felipe II, engañada y confundida con lo que creyó amor y que la condenaron a vivir incomunicada en un convento de Ávila.
La atracción por esta novela era grande y la narrativa de María Teresa Álvarez ha contribuido a despejar algunas incógnitas, aunque también ha despertado mi interés por continuar conociendo a varios personajes, en especial a Bárbara Blomberg, y recopilar datos en futuras lecturas.
Un traje verde con hilos de oro y los consejos que recibió de su abuela abren la imaginación para entender porque la tumba de Ana de Austria siempre permaneció vacía; quizá fuera como el cuadro, inmensamente parecida a Bárbara Blomberg.
Ana de Austria, que entró sin convicción en los conventos y llegó a ser abadesa, gracias a Felipe III, es mostrada por la autora no como una religiosa sino como una mujer que por ser descendiente de un bastardo tuvo que adaptarse a una vida que no le correspondía por linaje. Los relatos de su abuela le avergüenzan de la misma manera que despiertan en ella sentimientos y necesidades que creía que no existían, y por los que nosotros también podemos conocer los méritos que hizo Bárbara Blomberg para ser conocida como "La Madama".
El perfil biográfico e íntimo que se desgrana de las cartas son una buena fuente de información para conocer en profundidad un personaje protagonista de la Casa de los Austrias; una mujer que pudo haber cambiado el futuro de la monarquía en España y que se vio siempre rodeada de gentes cercanas al rey, aunque alguno de ellos, como el duque de Alba, lo hiciese para espiarla.
Los privilegios que obtuvo como amante de Carlos V le fueron relegando al destierro cuando quedó embarazada de Jeromín, don Juan de Austria; a su peregrinar por los territorios del emperador hubo de añadir la oposición y el temor de quienes apoyaron años después a Felipe II para sucederle en el trono. Tras breves estancias en diferentes conventos de la península, recae, a petición suya, en Colindres, cerca del mar, en la casa del que fuese secretario de su hijo Juan de Escobedo.
Es ésta una de las partes que con más detenimiento he disfrutado al poder recorrer hace unas semanas parte de la historia que doña Bárbara representó en esta villa, un escenario mágico y una documentación que nos habla de una mujer menos frívola y más comprometida con sus habitantes, como así lo reflejan las actas de nuestros archivos.
El protagonismo y narración de doña Ana de Austria se completa con su propia biografía, en la que asistimos a una conspiración contra Felipe II, engañada y confundida con lo que creyó amor y que la condenaron a vivir incomunicada en un convento de Ávila.
La atracción por esta novela era grande y la narrativa de María Teresa Álvarez ha contribuido a despejar algunas incógnitas, aunque también ha despertado mi interés por continuar conociendo a varios personajes, en especial a Bárbara Blomberg, y recopilar datos en futuras lecturas.
Un traje verde con hilos de oro y los consejos que recibió de su abuela abren la imaginación para entender porque la tumba de Ana de Austria siempre permaneció vacía; quizá fuera como el cuadro, inmensamente parecida a Bárbara Blomberg.
Otro libro que voy a tener que apuntar.
ResponderEliminarBesotes!!!
Qué suerte vivir cerca de una parte de nuestra historia, sé lo mucho que te gusta leer sobre Bárbara Blomberg precisamete por eso...habrá que acercarse al personaje.
ResponderEliminarBesucos
La verdad es que parece una buena lectura. A mi este tipo de historias siempre me satisfacen. Me la llevo.
ResponderEliminarBesos
Leí este libro hace ya años y recuerdo que me gustó mucho; siempre me llaman la atención este tipo de libros y además la autora me gusta mucho.
ResponderEliminarUn beso
A este libro le tengo ganas, son personajes por los que siempre he sentido gran interés. Un beso.
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